Testigos explicaron a la agencia EFE que los policías israelíes cerraron las puertas del recinto, en particular la conocida como puerta marroquí y vedaron la entrada a los musulmanes que pretendían rezar en la mezquita. Agentes antidisturbios y guardias de fronteras israelíes respondieron con disparos con balas de caucho, gases lacrimógenos y bombas de estruendo a un grupo de palestinos que protestaba por las medidas y que lanzó piedras y otros objetos.
La mezquita de Al-Aqsa, en Al-Quds, es el tercer sitio más santo de los musulmanes, después de la Mezquita de Al-Haram y la Mezquita de An-Nabi, situadas en las ciudades de La Meca y Medina, en Arabia Saudita. La soberanía de Al-Aqsa está bajo control de Jordania según el tratado de paz firmado en 1994 entre Amán y el régimen de Tel Aviv. En los últimos meses, las fuerzas y colonos israelíes han intensificado sus ataques contra la mezquita. Esto ha dado lugar a enfrentamientos violentos entre las dos partes, con operativos comandados por las fuerzas israelíes que suelen culminar en detenciones arbitrarias.
El gobierno israelí planea desde principios de año apropiarse de la zona con el fin de destruir la mezquita, a fin de transformarla en un templo judío. Desde abril de este año, el régimen de Tel Aviv, mantiene una medida que implica que hombres palestinos menores de 50 años ya no podrán asistir a las tradicionales oraciones de los viernes con el fin de “evitar disturbios”. La medida desató protestas de decenas de jóvenes palestinos en los alrededores de la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se enfrentaron a los soldados con piedras.
Recientemente, las tropas israelíes han estado escoltando extremistas judíos en el complejo, donde llevan a cabo todo tipo de prácticas provocadoras insultantes para los musulmanes. Esto viene acompañado de las distintas medidas que las autoridades israelíes sostienen con el fin de cambiar la identidad y el carácter de varias ciudades palestinas. En las últimas décadas, Israel ha tratado de cambiar la composición demográfica de al-Quds (Jerusalén) mediante la construcción de asentamientos ilegales, la destrucción de sitios históricos, y la expulsión de la población palestina local.
La irrupción de las fuerzas israelíes es tomada como una provocación, luego de la tregua indefinida aceptada tanto por parte de Israel como por HAMAS en la Franja de Gaza, después de 51 días de constantes ataques a la zona, dejando como saldo al menos 2160 palestinos muertos, entre ellos unos 530 niños, mientras que otros 11.100 resultaron heridos.
Negociaciones Palestina-Israel, suspendidas hasta octubre
El Ministerio de Exteriores de Egipto informó este miércoles que las negociaciones indirectas entre Israel y Palestina sobre la tregua en la Franja de Gaza continuarán en El Cairo en la segunda mitad de octubre. Los grupos de negociadores, compuestos por cinco delegados de cada una de las partes, tenían que determinar, a través de los mediadores egipcios, los asuntos a negociar y los parámetros de un acuerdo final para resolver el conflicto.
Según Asma al-Ahmad, jefe de la delegación de al-Fatah de Palestina, ambas partes negociarán en octubre temas sobre la prolongación del plazo del alto el fuego, poner fin el bloqueo israelí contra la Franja de Gaza así como la reconstrucción de dicha zona.
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