Mediante su embajada en Chile, el Estado de Israel junto a ilustres personalidades del mundo ambiental como la titular del ministerio de Medioambiente del país, Maisa Rojas; Flavio Salazar, Ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación; y el Prorrector de la Universidad de Chile, Alejandro Jofré, han realizado el Seminario “Agua, Desarrollo, Sustentabilidad y Tecnología” este 10 de mayo en la Casa Central de la Universidad de Chile.
El Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT) junto a al Movimiento por el Boicot, Desinversión y Sanciones en Chile (BDS Chile), y la Unión General de Estudiantes Palestinos y Palestinas (UGEP-Chile), quieren alertar de este impulso a las denominadas “falsas soluciones ambientales” que en nada ayudan a generar un cambio en el modelo de gestión privada del agua, y solo fomentan la creación y el desarrollo de más tecnología para que nada cambie.
Pero además, sostenemos que Israel no puede venir a dar cátedra de nada, menos en materia hídrica, mientras mantenga su régimen de apartheid con el pueblo palestino, el proceso de colonización territorial y continúe violando el derecho internacional. En ese entendido es que consideramos que este seminario es un lavado de imagen del Estado de Israel, ya que mientras promueve sus supuestas tecnologías de gestión hídrica, en Palestina, ha usurpado los bienes comunes, donde más del 80% del agua del suelo palestino es usada por los ciudadanos israelíes (ya sean colonos de los asentamientos ilegales o residentes del territorio israelí). Los palestinos solo tienen acceso al 20% del agua, generando una escasez hídrica crítica para este pueblo. Este robo legalizado por las misma legislación israelí, se complementa con las tomas de pozos por parte de colonos sionistas, quienes actúan con total impunidad en el territorio gracias a que muchos están armados, pero además porque son resguardados por militares israelíes. El agua palestina ha sido usurpada, tanto en el desierto del Négev, que corresponde al territorio de la Palestina Histórica, como en las ciudades más populosas.
El seminario dictado es una operación de relaciones públicas de Israel para figurar como “el modelo” en gestión hídrica, mientras deja al pueblo palestino sin agua, coloniza su territorio y viola el derecho internacional. Por lo tanto, denunciamos este lavado de imagen del Estado de Israel, y llamamos a ser consecuentes con el respeto a los Derechos Humanos. No resulta ético promover el uso de una tecnología hídrica de guerra y de impronta colonial, probada en la tierra palestina en contra del pueblo palestino. Ello resulta además contradictorio con los avances que los pueblos de Chile están impulsando para dejar atrás las prácticas colonialistas del Estado y avanzar hacia la Plurinacionalidad. Así ha quedado establecido en la nueva Constitución que será sometida a plebiscito próximamente. La nueva constitución fija los principios para las relaciones internacionales de Chile, los cuales incluyen el respeto a la autodeterminación de los pueblos y a la naturaleza, el reconocimiento y protección de los Derechos Humanos, así como el respeto a la convivencia y a la solución pacífica de conflictos. No podemos sino denunciar este tipo de avanzadas comerciales y políticas que se quieren promover y que la Universidad de Chile es cómplice, cuando paralelamente en Chile las comunidades denuncian falsas soluciones a la escasez hídrica, como la desalinización o las carreteras hídricas, sin tocar las causas de fondo asociadas al modelo económico.
En el Seminario también estuvo presente dos representantes de la autoridad del agua israelí, Diego Berger, y Yechezkel Lifshitz, además de James McPhee, (Ingeniería Civil), Cristina Fragkou (Geografía), Linda Daniele y Rodrigo Fuster, estos últimos de la Universidad de Chile. Y el evento estuvo auspiciado por CAPTA y la Embajada de Israel. Por lo que llamamos a las autoridades, académicas y académicas, funcionarios y estudiantes a revisar esta práctica que sale del marco de la buena convivencia con los derechos humanos y las prácticas que han impulsado estudiantes y académicos los últimos años en relación al apoyo al pueblo palestino.
La anticátedra de Israel
Un ejemplo del “manejo de gestión hídrica” observado en Israel, es que mientras en Ramallah los colonos israelíes acceden a 300 litros de agua per cápita, los palestinos no pueden consumir más de 70, treinta menos que los recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Es más, desde 1967 ningún palestino ha podido construir su propio pozo, pese a que el año 2011 el ejército israelí demolió 89 estructuras palestinas de abastecimiento y almacenaje de agua.
En Gaza, donde el bloqueo israelí es total, el 95% del agua no es apta para consumo humano porque tiene un alto contenido de minerales y contaminantes. Debido a la escasez de materiales para reconstruir la infraestructura hídrica dañada por los continuos ataques del ejército israelí, y a la falta de energía eléctrica para hacer funcionar las bombas de agua que abastecen a la población, el 26% de las muertes de los gazatíes está relacionada con los problemas de abastecimiento hídrico y las enfermedades que esto trae consigo. Esto sin mencionar los bombardeos que ya se han transformado tristemente en habituales a Gaza.
Por eso, lejos de ser un modelo a seguir, “El Modelo de Israel” solo representa un Estado de Apartheid que también se materializa en un apartheid del agua, con una política sistemática de colonización territorial y represión frente a la que hoy no podemos menos que alzar la voz para manifestar nuestro profundo rechazo y llamar a la sociedad civil chilena y a sus instituciones a apoyar al pueblo palestino en su lucha por la liberación.
Firman:
Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT)
Unión General de Estudiantes Palestinos y Palestinas (UGEP Chile)
Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones al Estado de Israel (BDS)