La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que los muertos palestinos en la guerra en Gaza, registrados desde el pasado 7 de octubre de 2023, son más de 35.000.
Pese a los cuestionamientos de Israel, el organismo de la ONU indicó que de este número de víctimas, unas 25.000 han sido completamente identificadas y el resto está en proceso de serlo.
Asimismo, informó que cerca del 60% de los muertos son mujeres y niños.
El Ministerio de Salud de Gaza, donde gobierna Hamás, actualizó la semana pasada su desglose de los alrededor de 35.000 muertos desde el 7 de octubre, cifra que fue republicada por la OMS, lo cual provocó acusaciones de inexactitud por parte de Israel, ya que las autoridades palestinas habían estimado previamente que más del 70 por ciento de los muertos eran mujeres y niños.
Oren Marmorstein, portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, acusó este lunes a los militantes palestinos de Hamás de manipular las cifras, asegurando que “no son exactas y no reflejan la realidad sobre el terreno”.
«Nada que corregir»
Pese a estos cuestionamientos, la OMS aseguró que no tiene “nada que corregir”.
“Los datos no tienen nada de malo, los datos globales (más de 35.000) siguen siendo los mismos”, afirmó el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, en una rueda de prensa en Ginebra, en respuesta a las preguntas sobre el número de víctimas. “El hecho de que ahora tengamos 25.000 personas identificadas es un paso adelante”, añadió.
Basándose en su propia extrapolación de los últimos datos palestinos, dijo que alrededor del 60 % de las víctimas eran mujeres y niños, pero muchos cuerpos enterrados bajo los escombros probablemente entrarían en estas categorías cuando finalmente fueran identificados.
“Ahora, el Ministerio de Sanidad de Gaza va más lejos e identifica cada cuerpo, cada muerte, les da nombre a estas personas e informan a las familias”, comentó Lindmeier.
El portavoz de la OMS relató que el proceso de identificación de cadáveres es terriblemente penoso, pues incluye la identificación de cuerpos carbonizados, también de niños.
Lindmeier explicó que la identificación y registro de personas muertas se realiza en instalaciones médicas o en morgues, y “no comprende a las que están en fosas comunes, debajo de edificios destruidos o (que murieron) en áreas que están fuera del alcance (de los equipos de socorro) debido a la intensidad del conflicto”.
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