El presidente palestino, Mahmud Abbas, se reunió este fin de semana en El Vaticano con el papa Francisco y el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, e inauguró la embajada palestina ante la Santa Sede, una ocasión en la que aprovechó para reclamar que otros países sigan el ejemplo y reconozcan al pueblo palestino como Estado.
El Vaticano, que defiende la solución de dos estados para el conflicto, reconoció oficialmente el Estado palestino en un acuerdo firmado el 26 de junio de 2015. En consecuencia, la apertura de la embajada palestina ante la Santa Sede forma parte de la normalización de relaciones diplomáticas entre ambos Estados.
La nueva embajada palestina se encuentra muy cerca de la Puerta de Santa Ana, del Vaticano. Abbas descubrió una placa situada en la entrada, ante la presencia de numerosos medios de comunicación, e izó la bandera palestina en el edificio.
Apoyo papal
En la reunión, se trataron «las buenas relaciones entre la Santa Sede y Palestina», selladas por el Acuerdo Global de 2015, que regula los aspectos esenciales de la vida y la actividad de la Iglesia en la sociedad palestina», según señala una comunicado del Vaticano.
En su viaje a Roma, Abbas también se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Angelino Alfano. Tras su parada en el país transalpino, se trasladó a Francia, para asistir a la conferencia en París a favor de la paz en Medio Oriente, en la que participaron unos setenta países para tratar el futuro del conflicto entre Israel y Palestina.
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