Durante la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica que se celebra este miércoles en Estambul (Turquía), el presidente palestino, Mahmud Abbás, ha arremetido contra EE.UU. después de que el presidente Donald Trump reconociera Jerusalén como capital de Israel.
Abbás ha sostenido que, tras dar este paso, EE.UU. «ha perdido su papel como mediador» en el proceso de paz de Oriente Medio y que «en el futuro nunca permitiremos que Washington tome parte en él», recoge TASS.
Asimismo, el presidente palestino ha calificado la decisión de Trump como un «regalo al movimiento sionista» y «el mayor crimen» y ha alertado que no habrá «paz ni estabilidad» en la región si no se reconoce Jerusalén como capital de su país. Abbás también ha afirmado que Jerusalén «era y siempre será» la capital de Palestina.
Anteriormente, el también líder de Al Fatah había anunciado que no se reunirá con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a finales de este mes durante la visita del político norteamericano a la región.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha asegurado este lunes en rueda de prensa celebrada durante su visita a Egipto que cualquier intento de reconocer Jerusalén como capital de Israel resulta «contraproducente» y «desestabilizador».
«Consideramos contraproducente cualquier acción que anticipe el resultado de las negociaciones entre israelíes y palestinos», ha expresado el mandatario ruso. «Pasos de este tipo resultan desestabilizadores y no contribuyen a resolver la situación, sino que causan conflictos», ha agregado. En este sentido, Putin ha llamado a reanudar el diálogo entre Israel y Palestina, entre otros aspectos, en relación al estatus de Jerusalén.
«Se requiere una solución duradera y justa que aúne los intereses de ambas partes y se corresponda con las posturas previas de la comunidad internacional», ha sostenido Putin.