El relator de la Organización de las Naciones Unidas Michael Lynk , de visita en Amán, capital de Jordania, declaró que los miembros de la ONU deberían considerar todo, desde cortar los lazos culturales con Israel hasta suspender su membresía en el organismo multilateral.
“La comunidad internacional tiene que ver el menú disponible de contramedidas que se usa comúnmente en una amplia gama de países que involucran graves violaciones de derechos humanos, y tiene que decidir cuáles son las apropiadas a considerar con respecto a Israel”
Lynk tiene pautado reunirse con funcionarios y activistas israelíes y palestinos, en el marco de una investigación que presentará en octubre.
De acuerdo con Lynk, relator de la Organización de las Naciones Unidas, la comunidad internacional tiene mucha responsabilidad ante las violaciones de los DD. HH. por parte de Israel y, por tanto, debe decir al régimen de Tel Aviv: “Su membresía o privilegios a través de acuerdos bilaterales o multilaterales con respecto a su economía, las relaciones políticas y culturales serán cuestionadas y revisadas, a menos que muestres intentos genuinos de desenrollar y deshacer la ocupación”.
Los pasados informes del relator acerca de la situación de los DD. HH. en Palestina y sus conclusiones han sido siempre criticados por los socios hegemonistas Estados Unidos e Israel.
Los asentamientos construidos en Cisjordania, tierra ocupada por Israel desde 1967, son ilegales desde el punto de vista del derecho internacional y, de acuerdo con gran parte de la comunidad internacional, suponen un enorme obstáculo para la paz.
En los últimos años, y en especial tras la llegada al poder de Donald Trump en EE. UU. (enero de 2017) y debido a los amplios apoyos del inquilino de la Casa Blanca a Israel, las autoridades israelíes han impulsado varias medidas fuertemente criticadas y de carácter ilegal, como la apropiación de más tierras palestinas.