“Les dije que no llevaba mi identificación, que me la había dejado en casa. El soldado dijo que no me creía y me agarró por la camisa. Entonces, todos comenzaron a pegarme”, declaró el joven palestino Omar Hendi.
Hendi trabaja como guardia de seguridad con premiso en el tren ligero de la ocupada ciudad de Al-Quds (Jerusalén) y vive en el campamento de refugiados de Shuafat (en el este de Al-Quds) con su madre.
En la grabación, el joven palestino enseña los moretones en su rostro y los cortes en sus brazos y piernas que le fueron infligidos en la golpiza, y hace hincapié en que la policía era “racista”.
El abogado de Hendi, Abed Dawarsha, hizo notar que su cliente tuvo suerte porque el incidente fue captado por las cámaras. De hecho, “se producen muchos, muchos sucesos como este que no vemos”, agregó.
Cortesía HispanTV
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