Asamblea de Quinchao denuncia que salmoneras con respaldo del Estado expandieron coronavirus en dicho archipiélago: Exigen cuarentena verdadera

La Asamblea Social del Archipiélago de Quinchao exige cuarentena total y el cese de los trabajos en las salmoneras del sector. Advierten, además, que los contagios en la zona son responsabilidad del tránsito de las empresas.

Asamblea de Quinchao denuncia que salmoneras con respaldo del Estado expandieron coronavirus en dicho archipiélago: Exigen cuarentena verdadera

Autor: Camila Sierra

Hay quienes dicen que al sur del Canal de Chacao, en la Provincia de Chiloé, existe un Estado salmonero, haciendo alusión a que son estas empresas las que gobiernan. El Archipiélago de Quinchao forma parte de la provincia y a su vez, se compone por diez islas: Alao, Apiao, Chaulinec, Caguach, Lin-Lin, Llingua, Meulín, Quenac, Teuquelín, siendo la principal la Isla de Quinchao. Nueve de ellas se conectan vía marítima con la isla principal, la que se conecta con el cruce Canal de Dalcahue en Curaco de Vélez y atravesar así a la isla grande de Chiloé.

A pesar de la lejanía, no han estado exentos de contagios por covid-19 y la pandemia ha surcado, incluso, una parte del océano.

El pasado 28 de junio, la Asamblea Social del Archipiélago de Quinchao, manifestó -como consigna Radio del Mar- sus demandas, en pos de cuidar a la ciudadanía de la “infestación del Covid-19 desde fuera de la isla”, solicitando a las autoridades municipales de Curaco de Vélez y Quinchao, a las provinciales de Chiloé y a las regionales de Los Lagos, “un aislamiento de máxima rigurosidad de la isla en el Canal Dalcahue”.

Respecto de ello, la Asamblea hace una fuerte denuncia: “se logró inducir, al menos, el establecimiento de una barrera sanitaria que fue exigente para la ciudadanía de a pie y, aparentemente, flexible o laxa para la empresa acuícola” y que tal como ellos temían, el coronavirus llegó a la comuna de Curaco de Vélez y “en pocos días hay 10 personas confirmadas y 39 potencialmente contagiados por contactos directos”.

Protestas por cordón sanitario con detenidos

A fines de marzo pasado –momento en el que comenzaron las cuarentenas sanitarias en la capital- los habitantes del Archipiélago de Quinchao bloquearon el Canal de Dalcahue, exigiendo la implementación de medidas sanitarias para evitar la expansión del coronavirus, logrando el cierre del canal por algunos días.

Los habitantes de la isla manifestaban, en aquella oportunidad, su preocupación por los riesgos que acarrea la industria salmonera y mitilicultura, quienes han tenido hasta ahora, un tráfico constante hacia el continente por vía terrestre y marítima, no cesando los trabajos ni siquiera en toque de queda. Por esos días, la Asamblea del Archipiélago exigían el bloqueo total del acceso la Isla Quinchao en el Canal Dalcahue.

Foto de Radio Kurruf

Mas, la mañana del 24 de marzo, fueron detenidas dos de las personas que participaban en el bloqueo, el dirigente y concejal de Achao, Oscar Gallardo Calbuyahue y la dirigenta y escritora de Curaco de Vélez, Olga Cárdenas, lo que generó otros hechos de violencia entre carabineros y manifestantes presentes en el lugar.

Estado salmonero

Ante la necesidad de alimentar a sus familias, muchas personas no han podido hacer cuarentena, rompiendo el confinamiento para salir a trabajar. La megaindustria acuícola en Chiloé y en mares interiores fue considerada por las autoridades en la línea de productos de primera necesidad (alimentación, salud y combustible) continuando su actividad, aun cuando exporta prácticamente la totalidad de su producto, registrando ganancias de más de 5 mil millones de dólares en 2019, siendo el segundo productor mundial de salmón y choritos después de Noruega y China, respectivamente.

Luego de los disturbios después del bloqueo ciudadano, el Director de Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, declaró a Radio Universidad de Chile, que la industria salmonera “asume Chiloé como si fuera su fundo personal en términos sanitarios y aparece el Estado totalmente bajo el control de la industria, la que ha tenido la habilidad de ir imponiendo sus condiciones y sus necesidades para establecer el control sanitario allá”.

La primera semana de abril, la empresa Aqua Chile dispuso un laboratorio para la toma de exámenes de Covid-19 en Puerto Montt y Salmón Chile dispuso una serie de medidas para “reformar las barreras sanitarias, como disminución en la operación de las plantas y centros, aportes en insumos para el control sanitario y desinfección de vehículos que entran a la isla”, publicaban en su cuenta oficial de Twitter.

Foto de archivo. Por Cristian Duarte, Agencia Uno.

Sin embargo, en aquella oportunidad, Cárdenas mencionó que “no están colaborando, sino que la industria salmonera decidió cuáles iban a ser las prioridades del Estado y de las autoridades regionales, las cuales eran mantener a toda costa la producción y las actividades asociadas con ella, que es la exportación o el transporte, por sobre la situación sanitaria. ¿Qué es lo que demuestra esto? Que al sur del canal de Chacao existe otro Estado, un Estado salmonero”, dijo a Radio Universidad de Chile.

Al comienzo de la crisis sanitaria, los trabajadores de Aqua Chile hicieron un paro de actividades ante la situación de descuido que estaban viviendo. Luego de eso, la empresa comenzó a despedir gente. Para ese entonces, Luis Cuevas, dirigente de la Federación de Trabajadores del Salmón señaló que “entendemos que fue tal vez en respuesta al paro, una represalia y bajo eso hoy los trabajadores por miedo, los que quedan, no han hecho mayor esfuerzo en solicitar mejores medidas”.

El petitorio de la asamblea

Frente a la situación pandémica, la crisis sanitaria y las condiciones en que se ha tratado el tema en Chiloé, la Asamblea del Archipiélago de Quinchao atribuyó, además de lo mencionado anteriormente, los últimos contagios de coronavirus en la zona a dos empresas:

“además del impacto ambiental que producen las industrias acuícolas, los trabajadores y trabajadoras han debido arriesgar su salud yendo a trabajar en estas circunstancias para poder paliar el hambre y el frío. En efecto, este y otro brote reciente en la Isla de Quinchao, se relacionan directamente con personas que trabajan en las empresas Toraya y Agromar”.

Señalaron también que “ante la pobreza extrema de Chiloé y de numerosas familias en nuestras comunas, la propia ciudadanía (Asamblea, Organizaciones Comunitarias, Instituciones Religiosas, etc.) han realizado campañas de recolección y distribución de víveres para suplir algunas necesidades de emergencia que no ha logrado satisfacer el gobierno”, advirtiendo que las cajas de mercadería con las que se comprometió el Gobierno aún no han llegado a Achao.

“¿Y cómo han respondido estas empresas a las necesidades de sus trabajadores que le dan sustento económico a sus inversiones? ¿Qué porcentaje de sus utilidades están invirtiendo localmente y directamente en esta emergencia? ¿Se descargan en el Estado de Chile y en la comunidad para acudir compasiva y solidariamente por los más pobres y desposeídos?”, se preguntan enfáticos.

Con todo, y frente a la emergencia sanitaria y el brote de coronavirus en la isla de Quinchao, la Asamblea “exige a las autoridades regionales, locales y nacionales que se implante una cuarentena total para la isla de Quinchao y las islas de su archipiélago, con vigilancia efectiva en el Canal de Dalcahue y en el Puerto de Achao. Detener las actividades industriales y, en especial, de la industria acuícola en las islas de nuestro archipiélago y sus mares adyacentes. Esta industria acuícola debe ser excluída de los privilegios propios de aquellas refereidas a la cadena de alimentos básicos de la población. Otorgar subsidio en dinero y bienes de consumo a todas las personas que demuestren haber trabajado en dicha industria y otras de las islas del archipiélago durante 2019 y 2020, con la condición de que permanezcan en sus domicilios por un período de seis meses. Subsidio que debería ser financiado por la misma empresa a través de un impuesto o fondo provincial de emergencia”.


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