Una gran cantidad de organizaciones sociales, culturales y de Derechos Humanos, así como personas naturales, han firmado una carta dirigida al Presidente Sebastián Piñera en la que le exigen que acceda a las demandas de los presos políticos mapuches de las cárceles de Angol y Temuco que han iniciado una huelga de hambre de carácter indefinido.
Los privados de libertad exigen básicamente un cambio en las condiciones al interior de los penales; que se les otorgue el beneficio de cumplir sus condenas en sus territorios, de acuerdo al Convenio 169 de la OIT y otros tratados del Derecho Internacional; y, en el caso de los presos políticos mapuche de la cárcel de Angol, la excarcelación, considerando la pandemia de Covid-19 por la que atraviesa el país, frente a la cual aseguran no disponer de las condiciones sanitarias al interior del recinto penitenciario.
Cabe recordar, como se detalla en la misiva, que en esa última cárcel se encuentran en huelga de hambre Sergio Levinao Levinao, Juan Calbucoi Montanares, Víctor Llanquileo Pilquimán, Juan Queipul Millanao, Sinecio Huenchullán Queipul, Freddy Marileo Marileo, Danilo Nahuelpi Millanao y Reinaldo Penchulaf Sepúlveda. En tanto, en la de Temuco el machi Celestino Córdova permanece en huelga de hambre indefinida, hasta que sea cambiada su reclusión y la de los demás presos políticos mapuches.
Las organizaciones sociales y de Derechos Humanos apelan al cumplimiento de lo establecido en el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio Nº 107 de 1957 sobre Protección e Integración de Poblaciones Indígenas y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de 1966, entre otros.
Por otra parte, se sostiene en la carta dirigida a Piñera que «es necesario recordar al Estado de Chile que resulta política y éticamente condenable mantener en prisión a líderes del pueblo mapuche que muy legítimamente buscan superar las condiciones de discriminación, opresión y explotación que padece el pueblo al que pertenecen».
Se postula igualmente que «la historia de Chile ha insistido en que este país posee unidad cultural y es étnicamente homogéneo. Se ha transmitido un enraizamiento en la hispanidad, como si lo indígena nunca hubiera existido. Es por ello que las exigencias de los mapuche son vistas por el Estado y las clases dominantes chilenas como atentados a la integridad nacional, permaneciendo en una aislamiento teórico e intelectual, como si la conciencia de la humanidad no se desarrollara».
A continuación puedes leer la carta completa con el listado de todas las organizaciones y personas que adhieren a ella.