Para Tamara Matute, Ingeniera Civil en Biotecnología e Isaac Núñez Ing. Civil en Biotecnología, ambos del Laboratorio de Biología Sintética de la Pontificia Universidad Católica de Chile e Investigadores doctorales del Instituto Milenio de Biología Integrativa, iBio, la clave en el desarrollo de una colección para diagnóstico del SARS-CoV-2 es el trabajo colaborativo, sin el cual es casi imposible responder con la rapidez a la que se necesitan soluciones en tiempos de pandemia.
El virus que causa el COVID-19 ha implicado a la fecha 87 millones de casos a nivel mundial, con cerca de 2 millones de muertes, ha demandado millones de pruebas de detección al día y ha dejado a su paso una red de suministros interrumpida. Parte importante de la lucha contra el virus se ha enfocado en desarrollar pruebas más rápidas, económicas y adaptables a los sistemas de salud de cada país. Apoyar esto, y solucionar el problema de su fabricación, es justamente la intención de la colección que ya se encuentra en proceso de validación para ser distribuida ampliamente.
En Chile según cifras oficiales del Ministerio de Salud, se han tomado 6.709.401 exámenes con una positividad de un 9,7% alcanzando un total de 629.176 casos COVID-19. Esta cantidad de exámenes se ve limitado en países pobres, con problemas en redes de salud, justamente en quienes este equipo de científicos ha pensado.
Los investigadores doctorales del Instituto Milenio iBio, explican que el desarrollo consiste en una colección o set de componentes genéticos que se pueden combinar para ser expresados y producir proteínas mediante distintos métodos. Isaac Núñez explica que el proyecto con las Universidad de Stanford y Cambridge surge de colaboraciones anteriores en otras iniciativas de recursos abiertos de biotecnología en las que han venido trabajando.
El diseño inicial tomó unos tres meses, comenzó en marzo 2020, luego, otros tres meses para su elaboración física, cuenta Tamara Matute, pero todo tiene su punto de partida en el desarrollo de proyectos colaborativos, con un enfoque abierto y de uso libre, donde se han involucrado distintas comunidades y grupos de investigación por varios años. El resultado será un set de herramientas de libre acceso que, entre muchas otras, permite producir las enzimas más útiles para las técnicas de diagnóstico que se usan para detectar el SARS-CoV-2, tales como polimerasas y transcriptasas reversas.
En este momento la validación está en desarrollo y Tamara comenta que lo más apasionante es que esta colección traspasa los límites de la investigación tradicional. “Tiene una aplicación amplia, concreta y será de fácil acceso. Me apasiona desarrollar un recurso cuyo acceso no está limitado por patentes, me apasiona ser parte de una comunidad que soporta la colección, y que está enfocada en compartir el conocimiento y el desarrollo de protocolos que reduzcan las barreras para utilizarla”, dijo la investigadora.
“Una primera versión de la colección ya se encuentra desarrollada y ha sido distribuida a laboratorios de distintas partes del mundo para su validación” comentó Núñez. Por el momento, la distribución en Chile será gestionada y realizada por el iBio de manera gratuita y usando un openMTA, esto es, un acuerdo de transferencia de materiales abierto que fomenta la libre redistribución de los materiales entre personas, instituciones, empresas, ONG, entre otros.
Pese a que su validación está en proceso, la colección ya ha sido reservada por 16 países y más de 34 laboratorios, entre ellos en Brasil, Chile, Perú, Argentina, Colombia, Costa Rica, México, Camerún, Etiopía, India y Vietnam.