La variante Delta que dejó en crisis al país considerado la farmacia del mundo

Reportada oficialmente en Chile a partir de este viernes, la variante Delta causó estragos en India, país que a comienzos de año producía a toda marcha millones de vacunas para ser usadas en Asia y Europa. La nueva cepa del Covid-19 también está estropeando la desescalada iniciada en el verano europeo. Se trara de una variante más contagiosa que las conocidas Alfa y Beta. Chile en tanto está entrando en su periodo invernal y mantiene las UCI de los hospitales en su máxima capacidad.

La variante Delta que dejó en crisis al país considerado la farmacia del mundo

Autor: Mauricio Becerra

En momentos en que descendían levemente los contagios y las hospitalizaciones por el Covid-19, se confirmó oficialmente la presencia en Chile de la variante Delta. Esta tiene mayor capacidad de contagio que las detectadas anteriormente, según la OMS, y ha sido encontrada ya en más de 80 países de América, África y Europa.

Detectada por primera vez en octubre del 2020 en la India se considera que es un 60% más transmisible que la variedad Alfa (detectada en Reino Unido), la que era el doble de contagiosa que la cepa original, dada a conocer el 31 de diciembre de 2019 por la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan, en la Provincia de Hubei, China, instancia que informó de 27 casos de un cuadro neumonía de etiología desconocida. Fue el comienzo del Covid-19 en términos oficiales, epidemia que se propagó por un mundo ultraconectado por el capitalismo. Luego aparecería la variante Beta, detectada en Sudáfrica.

LA CRISIS EN EL GIGANTE FARMACÉUTICO

Hasta fines del año pasado en India, luego de que el gobierno impusiera el año pasado una rigurosa cuarentena anunciada a la población sólo 4 horas antes de iniciarse, ostentaba ser uno de los países más poblados del mundo que no habían tenido crisis de contagios por Covid-19. Pero en pocas semanas las cifras de nuevos enfermos, saturación de los hospitales, falta de camas UCI y hasta de oxígeno dio vuelta completamente el panorama, convirtiendo al gigante asiático en el país con más contagios después de EE.UU.

El día más trágico de la India fue el pasado 10 de mayo, cuando tuvo un total de 329.942 casos nuevos, con un promedio de 387 mil detecciones en los últimos siete días. El 28 de abril el país asiático reportó más de 3.200 muertes por la enfermedad en un solo día. Los decesos también se produjeron por falta de oxígeno en hospitales, escasez provocada por negligencia del gobierno indio en adquirir materiales hospitalarios después de la primera ola del Covid-19.

Hasta este sábado las cifras oficiales, sistematizadas por la Universidad John Hoopkins, reportaban 30.183.143 casos confirmados, con 394.493 decesos.

India desarrolla una amplia gama de medicamentos desde hace décadas. Su complejo industrial farmacéutico produce el 20% de los genéricos y el 62% de las vacunas usadas en el mundo. Pero las desigualdades sociales y la ausencia de una red sanitaria capaz de atender a 1,366 miles de millones de habitantes dispersos en 3,287 millones km² pudieron más. La inmensa capacidad productiva de la India se enfrentó a su limitada red sanitaria y de distribución de medicamentos.

Se dio así la contradicción de que India es al mismo tiempo el país que fabrica gran parte de las vacunas usadas para el Covid-19 en Europa y en donde gran parte de su población no ha accedido a poder inmunizarse. En India hay más de una docena de compañías que desde el momento en que se diseñaron las primeras vacunas se dieron a la tarea de producirlas. Al mismo tiempo, hay una decena de vacunas de invención local. Desde el segundo semestre de 2020 se comenzó la fabricación masiva de las vacunas desarrolladas por AstraZeneca/Oxford (nominado localmente Covishield) y otra producida por la fábrica india Bharat Biotech (Covaxin).

La vacuna AstraZeneca fue fabricada en cantidades industriales por Serum Institute a partir del segundo semestre del año pasado, prometiendo en octubre de 2020 desarrollar 1.000 millones de dosis. Además fueron realizados ensayos clínicos fase 3 en seres humanos con miles de pacientes; y el mismo instituto testea una vacuna intranasal. También en la época Johnson & Johnson apostó por la farmacéutica india Biological E para producir hasta 500 millones de dosis de su vacuna; y la Universidad de Washington acordó la producción de mil millones de dosis de una vacuna intranasal con la farmacéutica Bharat Biotech.

Incluso la vacuna rusa Sputnik tuvo una fase de ensayos clínicos desarrollados en India y un acuerdo para la producción de cien millones de dosis.

India también es a nivel internacional uno de los países promotores de la retirada de patentes a los medicamentos. Dicha política también la reforzó exportando 60 millones de dosis a los países vecinos, como Bután, en la llamada “diplomacia de vacunas”, promovida a través de la frase Vaccine Maitri (amistad de las vacunas). Es decir, India exportó más vacunas que las administradas a su población.

El último dato registrado es que con fecha 17 de junio India había administrado 268.960.399 dosis de vacunas, lo que equivalían apenas a un 3,54% de su población completamente vacunada.

LA VARIANTE DELTA VIAJANDO POR EL MUNDO

La variante Delta surgida en India paralizó la producción mundial de vacunas, aletargando los proceso de vacunación en países europeos. En marzo de 2021 el Reino Unido enfrentó una escasez de vacunas AstraZeneca, las que eran importadas principalmente desde India.

Según investigadores, la variante Delta es más fácil de propagar por las mutaciones que le han dado mayor capacidad de adhesión del virus a las células del cuerpo. Análisis recientes del Public Health England (Departamento de Salud Pública de Reino Unido), que comparan la variante británica (Alfa) con la variante Delta, concluyeron que esta última tiene más probabilidades de llevar al paciente a la hospitalización. En Gran Bretaña dicha variante ya representa el 90% de los nuevos contagios. En España, particularmente en Cataluña, se ha detectado que un 30% de los recientes casos corresponden con dicha variante.

En el viejo continente, el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) calcula que a fines de agosto la variante delta será la responsable del 90% de las infecciones en toda Europa.

También Israel vio afectado su proceso de desconfinamiento iniciado hace algunas semanas y que hace pocos días lucía orgulloso el fin de la obligatoriedad de uso de mascarillas. El miércoles reciente volvió a reimponer algunas restricciones, como el uso de éstas en aeropuertos y locales cerrados, al repuntar los contagios a cifras similares al mes de abril reciente. El director general del Ministerio de Sanidad israelí, Hazi Levi, reconoció que pese a que es el país que ha vacunado casi al cien por ciento de su población objetivo, aún no se ha alcanzado la inmunidad de rebaño.

En Rusia, en San Petersburgo, desde el 8 de junio y hasta este sábado 26 se dispararon las muertes por Covid-19 desde el comienzo de la pandemia, registrando 107 muertos en las últimas 24 horas. La cifra supera por primera vez a la capital, Moscú, la ciudad más azotada por la enfermedad. El repunte se asocia a la variante Delta.

En Sudáfrica ocurre algo parecido. Este sábado registró 18.762 nuevos casos, los que suman en total 1,913 millones de personas infectadas diagnosticadas. De estas, 59.778 personas han muerto.

En América latina, Brasil ha sido el país más afectado por la pandemia, apareciendo incluso una variante Gamma del Covid-19, detectada en la región amazónica de Manaus. Hasta este sábado la enfermedad viral había dejado un saldo de 18.386.894 contagios y 512.735 muertes, superando en esta cifra fatal a India.

Desde el viernes reciente que Chile reportó oficialmente la presencia de la variante Delta. Pese a las restricciones anunciadas y el supuesto cierre de las fronteras, una portadora llegó al aeropuerto proveniente desde EE.UU. y un familiar la llevó directo a un funeral en San Javier, recorriendo 276 kilómetros. No se sabe del PCR presentado en el aeropuerto, de la cuarentena obligatoria en una residencial sanitaria o el cuidado con contactos estrechos. El ministro de Salud argumentó que se trató de un “permiso humanitario”.

Chile, al mismo tiempo, representa el extraño caso del país con una de las mayores tasas de vacunación de su población, pero que es incapaz de controlar nuevos brotes, con la correspondiente saturación de los hospitales, la advertencia hace meses de quedar con el mínimo de camas UCI disponibles y las vueltas a la cuarentena. Lamentablemente, la llegada de la variante Delta, que causó estragos el uno de los países con la mayor industria farmacéutica y está aguando la desescalada en el verano de Israel y Europa, no trae buenos anuncios para un conosur entrando en su fase invernal.

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