Desde el inicio de la pandemia en Chile, cientos de personas migrantes han perdido la vida en la batalla contra el coronavirus.
En la Región Metropolitana, 413 personas migrantes fallecieron por COVID-19 hasta el 31 de agosto, de acuerdo con los datos entregados por la Seremi de Salud a El Desconcierto.
Esta cifra representa un 5% del total de los 8.538 fallecidos que hasta esa fecha registraba el Minsal en esta zona.
Sin embargo,al compararse con los datos registrados en el Informe Epidemiológico con la información del DEIS a fecha de 29 de agosto (la más cercana al último día del mes de agosto de la que hay datos), el porcentaje de personas extranjeras fallecidas por coronavirus se ubicaría en 3,6%, porque el DEIS registraba en esa fecha un total de 11.201 fallecidos en la RM.
Tal y como plantea El Desconcierto, «Las cifras de personas migrantes fallecidas o contagiadas por COVID-19 aún no se han transparentado y esta es la primera estimación real que se puede hacer con información oficial hasta el final del peak de la pandemia en Chile, que llegó a su momento más complejo en junio, cuando los registros de muertes se dispararon».
Estas cifras incluyen tanto a las personas con causa de muerte por COVID-19 identificado (U071, según clasificación CIE-10 establecida por la Organización Mundial de la Salud), como no identificado (U072).
Al analizar los registros, puede decirse que más del 60% de los fallecidos extranjeros fueron hombres, mientras que las mujeres casi llegan al 38%.
Con relación a las comunas, Santiago Centro lidera el número de (77), un 18,6% del total. También es la zona donde más personas migrantes residen. Le siguen Independencia (33), Recoleta (29) y Quilicura (24).
Sin embargo, para poder saber con exactitud cuánto representan las muertes de las personas migrantes sobre el total de fallecidos de cada comuna, es preciso excluir los datos de los fallecidos sin confirmación de PCR, ya que a fecha 31 de agosto estos no aparecen en los registros abiertos de las muertes por comuna que publica el Ministerio de Ciencia.
«De los 77 fallecidos por COVID-19 de la comuna de Santiago, 40 tuvieron un PCR positivo, y por lo tanto, el virus identificado, lo que representa el 14% de los 288 fallecidos totales confirmados en la comuna al 31 de agosto. Lo Barnechea registró un 13% y siguen Independencia y Providencia, ambas con un 11%», consignó el citado medio.
Al respecto, la Seremi Metropolitana aseguró que el documento de defunción “no contiene la desagregación por nacionalidad” de las personas fallecidas cuya nacionalidad no es chilena o han sido nacionalizados.
Asimismo, indicó que los datos entregados “tienen carácter provisional” ya que “el año en curso se encuentra en proceso de recolección de datos” para cumplir con las etapas de “depuración, revisión, validación y codificación de las bases de datos de hechos vitales” transmitidas al DEIS y al INE por el Registro Civil.
Desde la Asamblea Abierta de migrantes y promigrantes (AMPRO) Tarapacá el impacto de las muertes de personas migrantes por la pandemia ha sido terrible «porque es muy duro para los familiares ver cómo vivían, saber que sus seres queridos no van a poder ser repatriados, sin alcanzar a despedirse, que no los van a ver más y que nadie va a ir a visitarlos al cementerio porque allá están solos; eso genera un dolor muy profundo», tal y como expresó la vocera de esta organización, Lorena Zambrano.
Por su parte, Rodolfo Noriega, abogado y secretario general de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes de Chile, condenó que muchos migrantes se sintieron solos durante la pandemia y efectivamente lo estuveiron» porque las redes que pueden generar acá no suplen las redes de vida y familiares que uno tiene en su país natal”, lo que a su juicio provocó “un estrés mayor, una afectación psicológica y emocional”, sumado al riesgo de contagiarse o que sus seres queridos también sufran por la pandemia en sus países.
Noriega, quien es integrante de la comunidad peruana en Chile, criticóla «ausencia de un plan o programa específico para migrantes en temas sanitarios y sociales para enfrentar la pandemia”.
Indicó que desde La Moneda se promovió la “estigmatización” de las personas extranjeras “como vector principal en la incidencia y expansión» del coronavirus.
“Nos culpan de los contagios, pero no se habla de los fallecidos de nuestras comunidades, ni de cómo el gobierno se desentendió de los primeros bolivianos enfermos”, denunció a El Desconcierto.
Tanto Zambrano como Noriega cuestionaron la falta de atención, de medicamentos, de comprensión y de recursos a las que ha sido expuesta la población migrante durante la crisis sanitaria, y que se ha exacerbado con la situación de irregularidad migratoria que “ha excluido a las personas migrantes de todos los beneficios”.
“Hasta hoy siguen habiendo migrantes haciendo filas en las AFP, particularmente la Modelo, que no pueden cobrar su 10% por no tener una residencia regular en el país”, dijo Noriega, al tiempo que afirmó que la problemática que atraviesan los extranjeros que viven en Chile a raíz de la pandemia tiene una causa concreta: «La indiferencia del Estado respecto al la migración».
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