En un descubrimiento quizá un tanto inesperado pero no por ello menos útil, investigadores de la Universidad de San Diego en California dieron a conocer que los componentes químicos del mango y los de la marihuana forman una mancuerna perfecta, sobre todo con respecto a los efectos positivos del cannabis, como sus propiedades analgésicas y depresivas, aunque también funciona en el caso del uso recreativo.
De acuerdo con este estudio, el mirceno presente en el mango (un carbohidrato monoterpénico linear que es el principal componente del aceite esencial de este fruto), un anti-inflamatorio natural que también puede ser sedante, hipnótico, analgésico y relajante muscular que, además, altera la barrera hematoencefálica, favoreciendo la entrada al cerebro de los cannabinoides y produciendo un aumento en los efectos.
El mirceno ayuda a penetrar en el cerebro muchas más moléculas de THC en menos tiempo, lo que contribuye al fortalecimiento y la extensión de los efectos psicoactivos de los cannabinoides.
El cuerpo reacciona al THC entrante, lo que ayuda a pasar a través de la barrera fisiológica entre el sistema circulatorio y el sistema nervioso central mucho más rápido y con mayor eficiencia. De ahí que tanto para el uso medicinal como el recreativo, acompañar con mangos el consumo de marihuana resulte en una combinación idónea.
En la práctica, esta recomendación depende también del metabolismo de cada persona. Quienes tengan un metabolismo más rápido quizá necesiten una mayor porción de mango que quienes tengan el metabolismo lento (incluso en este caso la fruta puede consumirse en forma de batido hasta una hora y media antes de fumar).
Asimismo, el mango se aconseja para los llamados “munchies”, esa hambre más o menos incontrolable que sobreviene después de consumir marihuana. Además de que es una opción mucho más saludable que alimentos ricos en azúcar, harinas o grasas (a los que usualmente se recurre), la química del mango alarga los efectos del cannabis.
Fuente: Pura Noticia