La ONU alertó hoy del crecimiento de nuevas drogas sintéticas, con 168 tipos detectados entre 2008 y 2016, en Asia Oriental y Sudeste Asiático, y de la dificultad de los gobiernos para localizarlas y controlar el tráfico.
«Los países no tienen la tecnología, capacidad y conocimiento para controlar estas sustancias», adujo Martin Rauithelhuber, experto químico de la ONU, durante la presentación en Bangkok del informe «El desafío de las drogas sintéticas en Asia Oriental y Sudeste Asiático».
Ruithelhuber, de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, del inglés), indicó que, aunque las nuevas drogas sintéticas representan una pequeña parte frente a la metanfetamina, su potencia y el desconocimiento de sus efectos suponen un serio riesgo para la salud.
El químico explicó que las muertes por sobredosis aumentan cuando los éxtasis (MDMA) o la heroína van mezclados con nuevas drogas sintéticas como el fentanyl y PMNMA o con ketamina, un fuerte analgésico cuyo uso también aumenta.
Ruithelhuber advirtió de que las nuevas drogas sintéticas no son detectadas a veces por la Policía al no estar incluidas en las listas de sustancias prohibidas.
La UNODC trabaja con los gobiernos para ayudarles a ponerse al día con las nuevas sustancias, así como adquirir la capacidad técnica necesaria, añadió.
Entre las nuevas drogas sintéticas se encuentran el NBOMe (alucinógeno), el alpha-PVP (estimulante), el MT-45 (opiáceo) o el cannabis sintético.
No obstante, la UNODC precisa en su informe que la metanfetamina es la droga con la que más se trafica y la más consumida en Asia.
En 2015, se incautaron en Asia Oriental y Sudeste Asiático 60 toneladas de metanfetamina, de las que 34 toneladas fue en forma de cristal en países como China, Camboya, Indonesia, Laos, Birmania (Myanmar), Corea del Sur y Vietnam.
Ese mismo año, la Policía decomisó unos 3 millones de tabletas de «éxtasis», dos terceras partes en Indonesia, seguida de China (21 %) y Malasia (13 %).