Los eurodiputados, solicitan que el australiano quien es fundador de WikiLeaks, no sea extraditado, y que le aplique la protección prevista para denunciantes
La protección como whistleblower, es lo que reclaman treinta eurodiputados para el fundador de WikiLeaks, Julian Assange. «Como miembros del Parlamento Europeo», afirma la carta, «expresamos nuestra preocupación por la situación del señor Julian Assange. De acuerdo con lo solicitado por EE. UU., el secretario de Interior del Reino Unido, Sajid Javid, acaba de firmar una orden de extradición para Assange a este país, decisión que deploramos. El fundador de WikiLeaks es un símbolo internacional de la lucha por la transparencia política internacional, y su detención no solo constituye un ataque al derecho a la información, que es un pilar fundamental de la democracia, sino que también contraviene la legislación internacional y europea».
Los firmantes piden que se escuche «a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y las Naciones Unidas en este caso y que se cumpla el derecho internacional al respecto; que Assange obtenga la protección prevista en la directiva europea sobre denunciantes; que se evite que Assange sea extraditado a Estados Unidos, ya que la solicitud de extradición aún tendrá que ser aprobada por los tribunales británicos».
También la carta enviada resalta de manera significativa «el rápido deterioro del estado de salud del Sr. Assange y su urgente necesidad de hospitalización causada por varios años de internación, como lo indican pruebas médicas recientes».
Entre las personalidades que firman la carta enviada al vicepresidente político de la Comisión Europea, Frans Timmermans, se encuentran los eurodiputados de Unidas Podemos –María Eugenia Rodríguez Palop, Sira Rego, Idoia Villanueva, Manu Pineda y Miguel Urbán–; la socialista portuguesa Ana Gomes; BNG –Ana Miranda–; ERC –Josep Maria Terricabras– los de la Francia Insumisa, Syriza, Die Linke, Sinn Fein; EH Bildu –Pernando Barrena–.
«La firma de la extradición de Assange por parte del Reino Unido supone ahondar más aún en el mensaje de tolerancia hacia la corrupción y los abusos de poder», asevera Urbán: «Resulta evidente que las detenciones suponen una medida de castigo hacia quienes denuncian. Este es el mensaje en concreto: si denuncias, atente a las consecuencias».
El ciberactivista Julian Assange fue detenido el pasado 11 de abril por las autoridades británicas en la embajada de Ecuador, lugar donde se encontraba refugiado desde hacía 7 años, luego de que, el presidente Lenin Moreno, retirara la protección de su país al australiano. Desde ese momento fue recluido en la prisión de Belmarsh. En la actualidad se encuentra cumpliendo condena de 50 semanas en una prisión londinense de máxima seguridad por violar su libertad condicional en Reino Unido.
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