Por Carla León (actriz y gestora cultural)
Alejandra Jiménez Castro es actriz, gestora cultural, agente activo de la sociedad civil en las luchas sociales. Desde su experiencia como cofundadora y Directora Ejecutiva de la ONG El Circo del Mundo-Chile, ha agitado diálogos sectoriales, artísticos y educativos, generando aportes culturales concretos, los cuales se han materializado en proyectos de ley tales como la Ley de Artes Escénicas, promulgada en 2019; las políticas culturales sectoriales y nacional; la presentación al Mineduc de los avances obtenidos respecto de la incorporación de las artes circenses al currículo escolar.
En el currículo de Alejandra destaca el innovador proyecto “Cuerda Firme” financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyo aporte fue validar la presencia del cuerpo expresivo en las aulas de clases, a través de la incorporación de las artes circenses integradas como un ramo en establecimientos educacionales de la región Metropolitana, durante los años 2014 al 2016.
Ahora la destacada gestora cultural enfrenta un desafío tremendo: la elección de “constituyentes” del 11 de abril. Ella encabeza la lista Apruebo Dignidad (Frente Amplio – Partido Comunista – Independientes) por el Distrito 10. Para conocer de sus propósitos y de los sueños que tiene para el nuevo Chile que emerja del proceso constituyente es que El Ciudadano la entrevista.
Carla León (CL): Según tu experiencia como persona, actriz y gestora sociocultural: ¿Qué te lleva a ser candidata a constituyente?
Alejandra Jiménez (AJ): Yo vivo de forma activa la construcción de mi país, del que me tuve que ausentar por un momento de mi vida, durante los últimos años de dictadura. Esta experiencia (de exilio) acrecentó mi responsabilidad de participación social, sobre lo que yo ya había vislumbrado siendo estudiante de teatro. Me vi enfrentada a la pérdida de seres queridos, a la constante vulneración de los derechos fundamentales, lo que lamentablemente sigue vigente, a pesar de visibilidad que esta vez ha tenido a nivel mundial el atropello a los derechos humanos. Hoy tenemos la gran oportunidad de redactar un nuevo texto constitucional. En este sentido, esta votación constituye en sí, una instancia única de ejercer nuestro derecho de participación y situar bases concretar para que nuestros derechos sociales, políticos y culturales, sean promovidos y garantizados. Por tanto, mi decisión responde a un compromiso que tomé a temprana edad y a la que he dado forma con la fundación y dirección de la ONG El Circo del Mundo – Chile, donde desarrollamos programas sociales y profesionalizantes, a través de las artes circenses.
CL: En el caso de salir elegida, ¿Cuáles son para ti los tópicos más relevantes de abordar en la redacción de la nueva constitución?
AJ : El eje de mi candidatura está centrado en trabajar por los derechos sociales y culturales. En este sentido es de vital importancia posicionar en esta nueva carta magna, la indivisibilidad de los derechos civiles y políticos, de los derechos económicos, sociales y culturales. En la actualidad no existen herramientas públicas que garanticen estos derechos desde la Constitución.
La Constitución del 80’ y las reformas posteriores lo que han hecho es instalar en el cotidiano de las y los chilenos, la idea perversa de “propiedad” por sobre la “protección” o “derecho”. La “propiedad” de matrículas en el caso de la educación; la “propiedad” de pabellón en el caso de la salud; y así en todos los ámbitos. Por lo tanto, toda garantía de los derechos fundamentales de primer y segundo orden, fueron vaciados de su significado y renombrado bajo conceptos de bienes de consumo. La protección de dichos derechos que toda nación requiere, quedaron reducidos a la propiedad. En razón de esto, es que el estallido social de octubre del 2019 nos llevó a todas y todos a la calle para decir ¡basta!, ¡no más!, ¡no más abusos!, ¡no más sin nosotras!, ¡no más asesinatos! por parte de quienes deben resguardarnos y protegernos. Es por esto que lo promovido por los movimientos sociales de los secundarios, fue acogido, apoyado y respaldado a lo largo de la lucha que han dado, por todas y todos quienes vivimos en Chile. Sabemos que no eran más que 3 comunas quienes se opusieron al cambio de constitución.
CL: Sobre esto último, ¿Cuál es tu lectura o visión de dicha oposición de aquellas 3 comunas?
AL: En mi parecer responde a la sensación de propietarización de los barrios, colegios y salud. Las burbujas económicas son una gran piedra de tope para el desarrollo armónico de los pueblos, crean miseria no meramente económica, sino que a nivel transversal: empobrecen culturalmente a la población del país. El triunfo del Apruebo fue rotundo y con eso, hoy la invitación es para todas y a todos a trabajar hasta lograr pluralidad en nuestro estado, en todas sus formas y vías de representación y ejecución de nuestra nueva constitución. La empatía pasa por tener la posibilidad de reflejarse en el otro. Por esto la diversidad es tan importante.
CL: En relación al gran dolor y sentimiento de injusticia que vive nuestro país, por los crímenes ocurridos desde el 18 de octubre del año 2019 hasta hoy. ¿De qué forma piensas es posible abordar las discusiones presupuestarias necesarias para la implementación de mecanismos que garanticen el cumplimiento y penalización de los derechos ya nombrados?
AJ: Agradezco tu pregunta. La plata es siempre el pie de tope para tantas cosas aun cuando es de conocimiento de todas y todos que Chile cuenta con recursos suficientes, por tanto, la discusión estará justamente centrada, a mi parecer, en cómo reformular nuestro sistema económico para dar respuesta a las demandas sociales del Estallido y para que cese la violencia económica ejercida al pueblo chileno. (El sistema económico) debe responder al sistema político, social y cultural y no al revés. Esta perspectiva basal, debería liberar por así decirlo, el presupuesto necesario para la creación de mecanismos judiciales que garanticen el cumplimiento de los derechos sociales. En este sentido, es de igual importancia sentar bases claras en el nuevo texto constitucional, que garanticen el diálogo y la alineación entre la constitución chilena y los tratados existentes en materia de derechos fundamentales y derechos humanos a nivel global. El camino es largo, de mucho trabajo y esperanzador.
CL: Por último: ¿qué mensaje quieres dejarles a los lectores de El Ciudadano y a ciudadanía, en general?
Vayamos a votar este 11 de abril. Es nuestro primer acto de amor, en consecuencia a la revuelta de octubre. Hagamos que valga el esfuerzo de tantas personas. El costo social, político y cultural ha sido altísimo, con miles de personas vulneradas en sus derechos, quienes nos dejan hoy la esperanza y el compromiso de un Chile más justo, más equitativo, más feliz, más digno.