¿Dónde están Kast y similares?, la estrategia de la derecha para mantenerse en las sombras del Rechazo

Sin actos masivos ni banderazos, y pese a no aparecer en las portadas de las propagandas por el Rechazo, los representantes de la derecha no han dejado de ser los pilares principales de la campaña. Sus grandes financistas siguen siendo figuras ligadas a la UDI, RN, Evópoli, y a la derecha en general. Que el aparente silencio de personajes como Kast y Piñera no sean motivo de distracción, pues la mano invisible de la derecha no ha dejado nunca de estar detrás del Rechazo.

¿Dónde están Kast y similares?, la estrategia de la derecha para mantenerse en las sombras del Rechazo

Autor: Francisca Valencia

La campaña del Rechazo ha estado plagada de desinformación y malas prácticas. Sus voceros, los políticos, rostros y exconvencionales de la derecha, tan beligerantes, desde que inició la Convención -algunos incluso desde antes- parecieran haberse «calmado». Y, con una sincronía casi perfecta, parecieran haber desaparecido del centro del debate para darle espacio a la derecha chica, que tanto se empeña en autodenominarse como «centroizquierda».

Sin embargo, la toma de protagonismo de grupos como Una que nos una y Amarillos x Chile en la ofensiva del Rechazo a la propuesta de nueva Constitución abre una pregunta clave: ¿dónde se encuentran los líderes de la ultraderecha otrora portavoces del Rechazo? y más específicamente ¿dónde está José Antonio Kast?

La pregunta no resulta extraña, J.A Kast se ha caracterizado a lo largo de su carrera política por hablar mucho y fuerte, sin embargo, hoy brilla por su ausencia. Completamente en el silencio, pareciera ser que la reciente estrategia de la derecha, para dar la ilusión de que el Rechazo es una opción «transversal», se basaría en sumergir a sus antiguos líderes políticos mientras entregan la franquicia a los ex concertacionistas y Amarillos, caras más «moderadas» y amigables para muchos ciudadanos (as), con discursos menos violentos y extremistas que los esgrimidos por los representantes de la derecha más dura.

Ximena Rincón (DC), Felipe Harboe (ex PPD), Javiera Parada (ex RD), Cristián Warnken (pro DC), todos (as) amparados en la supuesta centroizquierda, son algunas de las figuras que hoy llevan la delantera en la ofensiva del Rechazo y se presentan, una y otra vez, como invitados (as) recurrentes en los distintos paneles televisivos de debate político.

«Hoy día la derecha, sus líderes, están todos escondidos detrás de los ‘ciudadanos’. (José Antonio) Kast está escondido, (Sebastián) Piñera está escondido, todos los líderes de partidos de la derecha ojalá no salgan en la franja, ojalá no salgan en los debates, y nosotros hemos plantado cara. Eso es hacer política«, denunciaba hace dos semanas la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, sobre este tema.

Y no solo ella, pues desde los distintos partidos y movimientos que van por el Apruebo ya han expuesto la estrategia de la derecha. En esa misma línea, el diputado Jaime Naranjo (PS) -que en noviembre de 2021 se hizo famoso por ganar tiempo con su discurso de 15 horas en la acusación constitucional contra Piñera, por su implicación en los Pandora Papers- el domingo 14 de este mes era otro de los que advertía a través de sus redes el juego de la derecha.

«Los rostros más emblemáticos de la derecha los tienen escondidos para que no digan que están por el rechazo y para eso usan un grupo de tontos útiles de la derecha para ser los rostros visibles del rechazo. Por mucho que los escondan las personas saben que están detrás del rechazo«, señaló.

La derecha oculta pero presente, sobretodo en el financiamiento

La derecha se ha alineado, y posterior al acuerdo alcanzado por los partidos del oficialismo, en el que se comprometen a «arreglar» la nueva Constitución en caso de imponerse el Apruebo en las urnas, optaron por no generar una contrapropuesta o pronunciamiento. Todo en virtud de seguir cimentando la idea de que el Rechazo no es una opción exclusiva de la derecha.

Lo anterior reafirma una estrategia del Rechazo que se ha caracterizado por sacar a los partidos y políticos del centro de la campaña, con el fin de no «derechizarla». Y a su vez darle espacio a la sociedad civil y otros movimientos políticos para que asuman el protagonismo.

La estrategia hace sentido a algunos (as) y molesta a otros (as), quienes esperan de parte de los partidos conservadores «mayores esfuerzos». Sin embargo, la verdad es que, pese a no aparecer en las portadas de las propagandas, no han dejado de ser los pilares de las mismas. Los grandes financistas del Rechazo siguen siendo figuras ligadas o cercanas a la UDI, RN, Evópoli, y a la derecha en general.

La familia Cúneo (propietarios de Falabella) entregaron un total de $49.748.790 pesos a la campaña por el Rechazo, impulsada por la agrupación liderada por Cristián Warnken, Amarillos X Chile; la familia Ossandón-Larraín, con conocidos nexos con RN, aportó $50.000.000 al Rechazo; Ítalo Zunino, empresario, vicepresidente de Evópoli y excandidato a la Convención donó $10.000.000 al Rechazo; Juan Andrés Camus, presidente de la Bolsa de Santiago y uno de los leones de Sanhattan, amigo de Sebastián Piñera, donó $9.000.000; Félix de Vicente, exministro de Economía del primer gobierno de Piñera y militante UDI donó $5.750.000 a la campaña; Juan Francisco Mackenna, abogado conocedor de rubro energético, exdirector del Instituto Libertad (cercano a RN) y también miembro del directorio del medio El Líbero se puso con $4.400.000.

Así, los nombres de los principales donadores del Rechazo con vínculos con la derecha solo siguen y siguen. Que no aparezcan sus rostros en la propaganda o jingles del Rechazo, no quiere decir que no estén articulando en las sombras la campaña. El desequilibrio económico entre quienes defienden la campaña del Rechazo y quienes defienden la del Apruebo es tal que, al mes de agosto, con más de $1.301 millones de pesos, los aportes recibidos para la campaña del Rechazo triplican los del Apruebo, según las cifras de Servel.

La campaña de la derecha por el Rechazo ha sido subterránea, pero fundamental. Por ejemplo, en el área de redes sociales, donde se ha desarrollado una de las grandes batallas informáticas, y espacio donde mayor cantidad de fake news proliferan los partidos de la derecha han tenido una gran relevancia material. Según el balance del Servel sobre inversión digital, hasta el 11 de agosto la UDI había desembolsado $24 millones, RN $27 millones y Evópoli un total de $8 millones en ese gasto.

Sin actos masivos ni banderazos, solo algunos rostros estratégicos de los partidos para complir ciertas funciones en algunos territorios. En tanto, los presidentes y secretarios generales de las colectividades de la derecha definieron dejar de dar entrevistas sobre el plebiscito de salida.

Así las cosas, los líderes de la derecha refugiados, y ni noticias de ellos. Y para por fin responder la pregunta sobre uno de sus líderes más vistosos, J.A Kast, además de su tuit diario contra el Gobierno ha brillado por una discreción que no se le conocía.

Respecto al plebiscito y al Rechazo todo lo que ha publicado el expresidenciable han sido llamadas a inscribirse como apoderados (as) de mesa para defender los votos. Pero todo pareciera indicar que no ha estado del todo inactivo. Durante las últimas semanas, ha publicado fotos de encuentros en regiones con el hashtag #GiraPorLaVerdad. Las fotos van acompañadas por descripciones genéricas en donde se mencionan los lugares visitados, sin embargo no se mencionan los motivos de los encuentros, más todo hace deducir que son giras a favor del Rechazo.

Si bien Kast compartió este hashtag por primera vez en 2017, cuando se candidateó para ser presidente, ha retomado su mención desde junio de 2022, manteniéndolo hasta la fecha, no solo él sino también otras (os) políticas (os) de su bancada, como Chiara Barchiesi.

Por su parte, el Partido Republicano, a través de sus redes oficiales, ha utilizando este hashtag por lo menos desde marzo de 2022, con un claro propósito de denostar el trabajo de la Convención Constitucional y convocar encuentros, mucho antes de terminada la propuesta constitucional. Así, no es muy difícil de imaginar la supuesta «verdad» que pregona la ultraderecha en estas instancias. A tan solo 13 días del plebiscito constitucional, ya nos enteraremos que tan efectiva -o no- fue la estrategia de la derecha en las sombras por el Rechazo.


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