Libertad Méndez (36) es médico ginecóloga de profesión y activista por el derecho a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, desde hace más de 15 años. Hoy es candidata a la Convención Constituyente por el Distrito 13, dentro de la lista Apruebo Dignidad por el partido Comunes.
Este lunes, en conversación en vivo con El Ciudadano, Libertad abordó los principales ejes de su campaña y se refirió además a algunos temas contingentes a nivel nacional, desde su labor como ginecóloga feminista y trabajadora en el sector público de la Salud.
«Ser ginecóloga y declararse feminista tiene que ver con dar un espacio para las mujeres en el que seamos iguales, tanto la persona que está entregando el tratamiento como la persona que está siendo tratada. Tiene que ver con los marcos del respeto, de la simetría, y de una relación no patriarcal ni jerárquica, que significa básicamente escuchar a las mujeres y lo que ellas buscan. Es facilitar un espacio de contención, donde no se sientan juzgadas», explicó Méndez.
Siguiendo con esta línea de trato horizontal, cuidado y garantías, las propuestas de su campaña se enfocan sobre todo en la lucha por los derechos sociales de las personas. Principalmente por el derecho a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, de los que ha sido férrea propulsora y defensora, formando parte de la mesa técnica que acompañó la propuesta de ley que presentó la diputada Claudia Mix, en relación a la Ley contra la Violencia Obstétrica en 2018.
Pero los derechos sociales que busca garantizar no acaban allí. La candidata promueve que para lograr una sociedad del bienestar se deben asegurar salarios y pensiones dignas, y reformular el valor que se le confiere a los cuidados y el trabajo doméstico no remunerado.
«Es entender que la desigualdad puede cambiar la historia de una persona, finalmente es el dinero lo que define la vida, la muerte y o la calidad de vida de una persona, y eso no puede ser (…) Para mí como bandera de lucha, lo más importante va a ser el pelear por el derecho a la salud, pero no como una cosa única, sino entendiendo que para que la salud de una persona se desarrolle, tiene que darse en un contexto de tener derecho a una vivienda, tener un trabajo digno, tener pensiones que permitan llegar a fin de mes, etcétera», planteó la candidata por el Distrito 13.
La materia de derechos sexuales y reproductivos en Chile a nivel legislativo es casi inexistente y no garante. Hace solo tres años que se legisló sobre la despenalización parcial del aborto, solo en tres causales, y con objeción de conciencia. Méndez enfatiza que tener una educación sexual integral para que los niños y niñas aprendan sobre temas como el consentimiento, la no violencia y sus derechos reproductivos es tan prioritario como legislar sobre una ley de aborto integral.
«La educación sexual integral es la base de todo lo que viene después, de problemáticas como embarazos no deseados en la adolescencia, por ejemplo. Debe existir educación sexual temprana y debe existir urgentemente el derecho de las mujeres a elegir ser mamá o no. Las mujeres actualmente no pueden elegir, algunas pocas pueden terminar el proceso como si fuera una «apendicitis», pero el resto termina criando o arriesgando su vida en procesos clandestinos. Y eso no puede seguir pasando», argumentó la candidata.
Un ejemplo de lo anterior fue el catastrófico fallo de pastillas anticonceptivas notificado hace algunos meses, debido a las fallas de laboratorios farmacéuticos como Silesia y Andrómaco, que resultó en por lo menos 140 mujeres embarazadas. El gobierno no dio una alerta inmediata ni le dio solución a estas mujeres. Lo único que hizo fue anunciar que había interpuesto una multa de poco más de $60.000.000. El sufrimiento y la interrupción del proyecto de vida de 140 mujeres en Chile valen menos que una casa.
«Los derechos sexuales y reproductivos son parte de los derechos humanos. Entonces, así de grave es que acá en Chile se desconozcan (…) No hubo un seguimiento, no hubo avisos, ni siquiera televisivos, y esto debería haber sido una alerta sanitaria pública grande. No hubo ninguna posibilidad de reparación, o sea, de de poder ofrecer a las mujeres un aborto seguro y legal dentro de las posibilidades que ofrece el sistema, dado que es una falla anticonceptiva. Debería existir una causa farmacológica en tanto no haya un aborto sin causales o un aborto libre antes de las 14 semanas. El Estado se ha hecho el leso y la multa que le dieron a las farmacéuticas es una risa», problematizó Méndez.
Durante la revuelta popular de octubre de 2019, la actual candidata participó en puntos de salud y como brigadista prestando atención médica. En estas instancias fue testigo de los crímenes de lesa humanidad perpetuados por agentes del Estado, que ha catalogado como sistemáticos y se ha encargado de denunciar.
«Vimos todo en carne propia y fuimos testigos también de la violación a los derechos humanos que lamentablemente siguen ocurriendo, hemos buscado apoyar a las víctimas y dar cara en este problema (…) Sabemos que la constitución no va a arreglar todo de un día a otro, pero va a generar un marco que permita nuevas legislaciones, que efectivamente garanticen derechos sociales y el respeto a los derechos humanos», enfatizó la candidata.
Méndez, además, se comprometió a trabajar porque la Constitución no sea escrita solo por los 155 constituyentes. «Sabemos que Chile es mucho más variado que eso y por lo tanto yo también estoy levantando dentro de las propuestas formas de democracia vinculante, pero también de cabildos participativos vinculantes promovidos desde el Estado para el proceso constituyente. No podemos ser sólo nosotros escuchándonos entre los mismos (…) Queremos cambiar Chile, lo queremos cambiar con todas y todos y por eso vamos a dar la lucha hasta el final.», concluyó la activista a El Ciudadano.