Los generadores de cuarzo se usan para canalizar el flujo de energía positiva hacia nuestra realidad cotidiana. Se caracterizan por poseer seis caras unidas en una punta que canalizan la luz y las energías positivas hacia su base y su tamaño es de uno a noventa centímetros.
Al cuarzo hay que tratarlo con mucho cuidado, respeto, buenas intenciones y ojalá, un buen estado de ánimo. La manera más sencilla de beneficiarnos de sus cualidades es ubicarlo en algún lugar que frecuentemos habitualmente o si su tamaño nos lo permite tener el cuarzo en alguna cadena, anillo u aros.
La geometría de los generadores facilita la distribución y regulación de la energía por lo que es una herramienta muy solicitada entre terapeutas que trabajan con las energías.
Es común que se utilice colocando el generador sobre aquella parte del cuerpo cuya energía deseamos purificar y recargar. También se utiliza en aplicaciones de minerales para conectar sus vibraciones entre sí. El cuarzo dirige la energía a través de su punta.
Los generadores de cuarzo son unos auténticos maestros que nos hacen ver la capacidad que tenemos para despertar la energía positiva que vive en nuestro interior y ¿por qué no? Proyectarla hacia el entorno.
Por Ana Mourás.
El Ciudadano