Con el paso de los años nos vamos dando cuenta que las pequeñas decisiones, esas que vamos tomando día a día, son las responsables de los grandes cambios que debemos asumir a los largo de nuestra vida.
Son los malos hábitos los responsables de la distancia que existe entre nuestra vida y el bienestar, entre el éxito y el fracaso, entre una vida soñada y una vida sin qué soñar.
A continuación te presentamos algunos hábitos que sabemos que nos quitan potencial, y aún así, no hemos decidido dejar…
Dales un vistazo:
1. Caer en las pequeñas tentaciones.
¿Caer en tentaciones? “Todos” los seres humanos necesitamos metas para poder funcionar: Bien sea el bajar de peso, comprar una casa, terminar de pagar una deuda, viajar a Europa, en fin, todos necesitamos de metas que le den sentido a nuestro diario vivir.
Sin embargo, una vez establecemos que es lo qué queremos, pareciera que el mundo se pusiera de acuerdo para sacarnos de ese objetivo y retara nuestra constancia y persistencia hacia ese logro.
Y sucede que si queremos bajar de peso, nos ofrecen pizzas y hamburguesas; si queremos ahorrar para nuestro próximo viaje, encontramos todo eso que no necesitamos y queremos comprar… La realidad es que las metas de largo plazo son bastantes frágiles, olvidémonos de éstas y dediquémonos a obtener pequeñas victorias y logros, que al final, cuando las sumemos, podremos alcanzar eso que tanto queremos.
2. Ser complacientes.
Todo se volvió rutina: ¿Cuándo fue la última vez que probamos un restaurante, conocimos un lugar diferente o hicimos algo totalmente fuera de la rutina?, se nos está volviendo una rareza probar nuevas cosas, practicar otras actividades o aprender un idioma.
Consejo: Nunca conoceremos aquello que nos gusta y apasiona si no nos damos la oportunidad de experimentar nuevas realidades… Si lo permitimos podremos darle un nuevo enfoque a nuestra vida, y por ahí derecho, tener una visión mucho más amplia de ésta.
3. Preocuparnos por nada.
Dejemos de intentar que todo en nuestra vida encaje a la perfección: Así de simple… Dejemos que los eventos, los cambios y nuevas experiencias nos vayan formando, dejando la preocupación de lado y aprovechando al máximo las oportunidades que se presentan.
4. Exceso de redes sociales.
Lo primero que hacemos cada mañana, al levantarnos, es desbloquear el teléfono y mirar que ha pasado en Facebook, Twitter e Instagram…por no mencionar otras redes sociales.
Cualquier noticia que vemos se convierte en una búsqueda profunda acerca de esa persona, buscando sus fotos, videos y publicaciones, quitándonos tiempo que podemos emplear para otras cosas mucho más productivas.
En vez de malgastar nuestro tiempo, apaguemos la alarma, levantémonos y estiremos: Esto reduce nuestros niveles de estrés e incrementa nuestra energía a lo largo del día.
Vía: Difundir