¿Rusia metida de lleno en el proceso independentista catalán?

Titulares encontrados, historias más increíbles que a veces parecen anécdotas, versiones cada vez más atrevidas… Es decir, un juego de imaginación sin límites. Y todo esto para promover la historia de una "célula de espías rusos en Cataluña"

¿Rusia metida de lleno en el proceso independentista catalán?

Autor: Sofia Belandria

Hay en la famosa novela de León Tolstoi «Ana Karenina» una frase no menos famosa: «En casa de los Oblonsky andaba todo trastrocado». Esa expresión vale perfectamente para describir lo que está pasando estos días en los medios europeos en torno a la presunta intromisión del Kremlin en el proceso independentista en Cataluña.

Titulares encontrados, historias más increíbles que a veces parecen anécdotas, versiones cada vez más atrevidas… Es decir, un juego de imaginación sin límites. Y todo esto para promover la historia de una «célula de espías rusos en Cataluña».

De la noche a la mañana el diario español El País se ha convertido en el principal proveedor de una noticia bomba. Nuestros colegas han descubierto al mundo a un nuevo superagente, en comparación con el cual el famoso James Bond, el llamado 007, parece un alumno de primaria.

Según El País, el general Denís Serguéiev, el espía ruso que viajó a Barcelona en 2017 en vísperas del referéndum de independencia no autorizado del 1—O, realizó operaciones subversivas en una decena de países de Europa y Asia.

La presentación de El País es realmente impresionante: «Denís Vladislávovich Serguéiev es un veterano del Departamento Central de Inteligencia (GRU, en sus siglas en ruso), el servicio secreto de las Fuerzas Armadas rusas. Con rango de general, el agente operó durante al menos una década en distintos países. Al principio con su verdadera identidad; después como Serguéi Fedótov. Con ese nombre fue detectado en Bulgaria o Reino Unido. Ahora, la Audiencia Nacional investiga a este agente (definido como «peligroso») y su supuesta relación con los sucesos de Cataluña, en el marco de los intentos de Rusia por desestabilizar a los países de su entorno».

Toda una avalancha de informaciones sensacionalistas… Un veterano que en el subtítulo figura como «general» y que ha dejado huellas en media Europa sin que los servicios especiales se dieran cuenta a tiempo para detenerle…

«La Audiencia Nacional investiga los movimientos de espías rusos en Cataluña. La policía constata la presencia de miembros de una unidad militar de élite especializada en operaciones de desestabilización en Europa», titula El País a una de sus noticias, publicadas en su página web.

Para entender de dónde sopla el viento hay que destacar que desde el principio nuestros colegas vinculan al James Bond ruso a la Unidad 29155 del Departamento Central de Inteligencia (GRU). Cabe recordar que hace unas semanas dedicamos una de nuestras ediciones precisamente a un reportaje de The New York Times sobre esta misteriosa unidad.

La gran revelación de nuestros colegas de The New York Times era que casi todas las crisis en Europa de los últimos años fueron ideadas y provocadas por una unidad de la inteligencia militar rusa, acuartelada en Moscú, la Unidad 29155 del Departamento Central de Inteligencia.

Es decir, que los problemas de Europa no vienen de los refugiados, ni del auge de nacionalismos, ni de la crisis de identidad, sino de «una unidad de élite dentro del sistema de Inteligencia ruso, experta en subversión, sabotaje y asesinato».

Entonces dijimos que si no tienes sentido del humor o bien de la realidad es mejor no leer semejantes historias, porque enseguida te vuelven loco y buscarás agentes rusos por todas partes.

Parece que es precisamente que ha pasado con algunos de nuestros colegas. La historia del superagente del Kremlin, estrenada por El País, causa numerosas preguntas. Más aun, cuando los demás medios españoles por obligación intentan cubrir o explicar esta historia de injerencia rusa sin tener datos propios.

«Londres avisó de la presencia de los espías rusos en Cataluña. La Audiencia Nacional investiga la injerencia rusa en España en los meses del ‘procés‘», titula el diario español ABC a una de las crónicas de su corresponsal en Estados Unidos, David Alandete.

El mismo Alandete que, siendo vicedirector de El País, citaba titulares en medios rusos como ejemplos de injerencia del Kremlin en Cataluña.

Al parecer, sigue haciéndolo.

Al parecer, la propia Unión Europea tiene el mismo enfoque. Su base de datos que recopila los episodios más sonados recoge una noticia falsa divulgada por el portal ruso Stoletie. Ese medio atribuía los últimos incidentes en Cataluña a otra injerencia exterior, en este caso de EEUU. «Las protestas catalanas están montadas por Estados Unidos y Soros para castigar a España por sus relaciones con Cuba», publicó, según la traducción que realiza la unidad europea.

El artículo de El ABC afirma que la unidad antiterrorista de la Policía Nacional, ha detectado la intervención de un grupo de élite de los servicios de espionaje e inteligencia rusos. Sin embargo, añade que los actos concretos, que tendrían que ver con el ‘procés‘, no han trascendido dado el carácter secreto de la causa.

Todo esto me hace recordar la colisión entre El País y el ministro de Exteriores español, Josep Borrell, en torno al tema de la injerencia rusa en Cataluña. El más leído diario español anunció esta semana que España no cooperará con Rusia en la lucha contra la desinformación a lo que Borrell respondió que es «pura patraña».

España renuncia a cooperar con Rusia en la lucha contra la desinformación, titula El Pais.

La respuesta de Borrel llegó a El País dos días después en un coloquio tras un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, a través de la agencia EFE. Y tal vez hubiera sido mejor que el corresponsal de El País no le hubiera preguntado nada sobre el tema al ministro…

Borrell: «Es pura patraña» que España no colabore con Rusia sobre fake news, titula la agencia EFE.

Cabe destacar que al ser preguntado sobre la supuesta existencia de una unidad de élite de espionaje ruso en Cataluña, Borrell ha afirmado no tener «la más remota idea de si Rusia ha montado o no esa célula», y ha confiado en que el periodista esté bien informado.

Es curioso que esta misma semana el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que el mito sobre la ‘amenaza rusa’ fue inventado por aquellos que quieren sacar provecho de esta leyenda y que ya no funciona en Europa, al menos no es una suficiente razón de pago a Estados Unidos por la OTAN. Esas declaraciones de Putin en el marco de un foro de inversión celebrado en Moscú, fueron recogidas por RT.

Parece que este límite de tiempo está cada vez más cerca. Al igual que el ministro de Exteriores español, cada vez más europeos se dan cuenta de que las llamadas revelaciones de los medios que aprovechan el mito de la amenaza rusa, son «fruto de una calenturienta imaginación, de inventarse las noticias».

El ministro Josep Borrell, visiblemente enfadado por una noticia falsa de El País, destacó que a veces es la prensa a la que consideramos seria, la que contribuye al ruido. Si esa prensa que consideramos seria pronto no se dará cuenta de que su límite de tiempo está cada vez más cerca, dejará de ser prensa seria para un tiempo ilimitado…

Cortesía de Dmitri Polikárpov Sputnik

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