Este viernes, un grupo de manifestantes en Tegucigalpa, capital de Honduras, quemó cauchos en la entrada de la sede diplomática de Estado Unidos.
Efectivos bomberiles llegaron al lugar para apagar las llamas y evitar daños mayores.
Cerca de ocho mil manifestantes, entre médicos y maestros, salieron a las calles para exigir al Gobierno la derogación de los decretos que «privatizan la educación y la salud».
El presidente Juan Orlando Hernández asegura que dichas medidas «no contienen ni autorizan privatización o hacer despidos masivos», citó el portal Diez.
Por su parte, la presidente del Colegio de Médicos, Suyapa Figueroa, manifestó que su gremio «jamás se doblegará ante el discurso cínico de las autoridades».
Represión policial
Desde el jueves 30 de mayo, las calles de Tegucigalpa fueron escenario de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y efectivos policiales.
El resultado de la jornada fue de 25 heridos, tanto policías como manifestantes, que fueron llevados a hospitales locales, reportó Associated Press.
Los distintos medios de comunicación reportaron que los manifestantes enfrentaron a los policías lanzándoles piedras y objetos para defenderse de las bombas lacrimógenas.
El pasado lunes 27 de mayo se realizó otra protesta, los manifestantes intentaron llegar a la casa presidencial, pero las acciones de los cuerpos de seguridad no se lo permitieron.