El arranque de la cosecha de las frutas en Catalunya, que empieza en abril, se encuentra amenazada por la falta de temporeros en los campos y los almacenes, ante las restricciones fronterizas impuestas por la pandemia del coronavirus.
La campaña de las frutas empieza con el proceso de descarte de los frutos más pequeños y continúa a finales de mes y principios de mayo con la recolección, que se alargará hasta octubre y producirá centenares de miles de toneladas de alimentos, informó la agencia EFE.
Esta tarea no sería posible sin los casi 40.000 temporeros que, según datos facilitados por la Consellería de Treball de la Generalitat, trabajaron el año pasado los campos de Catalunya, principalmente en las comarcas de Lleida y el Ebro.
Para la cosecha de este 2020, Afrucat, la patronal catalana del sector de la fruta, prevé un “colapso” del campo catalán porque las empresas no dispondrán del 60 % de los trabajadores del campo que se necesitan debido a las restricciones fronterizas y de movilidad.
Gran parte de los temporeros de la cosecha son inmigrantes que cada año llegan como trabajadores transfronterizos a Catalunya desde países de la Unión Europea, como Rumanía y Bulgaria, así como de otras zonas, el norte de África y Latinoamérica.
Francesc Pena es un agricultor de cerezas, melocotones y nectarinas del Baix Segre (Lleida) que necesita unos 100 temporeros para su cosecha, aunque por ahora solo le han confirmado su asistencia una veintena: “La cosecha no se puede aplazar”, afirma.
Pena, que es también el responsable de fruta dulce del sindicato agrario Unió de Pagesos, explicó que la preocupación es general en todo el sector, ya que muchos agricultores tendrán que empezar la cosecha sin mano de obra suficiente para recolectar los frutos.
Según los cálculos de Pena, entre 3.000 y 4.000 trabajadores de Rumanía podrían quedarse fuera de la cosecha de fruta: “Son personas con años de experiencia y contratos asegurados, que ya llegaban a Catalunya en marzo para ayudar en los preparativos”, explicó.
Otro grueso de temporeros llega a Catalunya desde otras campañas de recolección en Extremadura, Andalucía y Murcia, que podrían ver igualmente afectada su llegada esta temporada debido a las restricciones de movilidad aprobadas por el Gobierno de España.
Ante esta emergencia, los colectivos de campesinos catalanes y las patronales del sector han montado por su cuenta campañas de captación de estudiantes de escuelas agrarias y ciudadanos en paro, así como sus propias bolsas de trabajo para captar temporeros.
El Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC) ha habilitado también otra bolsa de trabajo para la cosecha de 2020, que según fuentes de la conselleria de Treball ya acumula cerca de 1.000 peticiones.