Las llaman los «Ángeles de la Muerte» y ese apodo no es casualidad. Se trata de prostitutas que viven en el barrio de Badia, en Nigeria, tienen sida y ofrecen su cuerpo por dos dólares a los turistas y a los nigerianos que viven por la zona.
Las condiciones de hacinamiento de estas mujeres son críticas, porque viven en ínfimas habitaciones distribuidas en un pasillo de tablas de madera vieja.
De acuerdo con lo que informa La Vanguardia, en este suburbio de África Occidental, cada mañana amanece una mujer con la cama deshecha y sucia. Cada noche cinco hombres pasan por ella y durante el día muchos otros pagarán por usarlas, las camas y a las mujeres. Camas que sontestigos directos del sexo más peligroso.
El barrio de Badia, en Lagos, Nigeria
Pero esto no es todo. Hay datos más aberrantes aún. Los hombres pagan más por las mujeres más pequeñas. Algunas de ellas narran que también las «visitan los blancos, casi siempre gordos y feos, pero son los que tienen más dinero«.
Los clientes son conscientes de que las mujeres que ofrecen servicios sexuales en esa zona están enfermas, pero igualmente no usan preservativos, lo cual lleva a que se produzca una gran cantidad de embarazos e infecciones.
Estas mujeres fueron conocidas gracias al fotógrafo documental Ton Koene, que se encarga de retratar los rostros y el ambiente de las situaciones más terribles que ocurren en el mundo.
Cuenta La Vanguardia que cuando Koene llegó a Lagos, fue en busca de un taxi que lo acercara al barrio de Badia. En el camino tuvo una charla con el taxista: «Cuando te vas acercando con el coche, puedes oler el virus de sida desde fuera».
Koene guardó silencio, siguió escuchando y el chofer remató: «Las muchachas de ahí, cuanto más bonitas y más jóvenes, son más caras. Los hombres las visitan como si estuvieran caminando por un supermercado«.
Los hombres las visitan como si estuvieran caminando por un supermercado
Nigeria tiene una población de 174 millones de habitantes y es el tercer país con mayor número de personas con sida en el mundo. De acuerdo con un estudio realizado por el Centro Nacional de Biotecnología, cerca de 2,9 millones de personas padecen esta enfermedad.