Expertas y relatoras especiales de la Organización de Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer instan a utilizar la falta de consentimiento como rasero universal que determina la violación.
«La persistencia de la violación y violencia sexual generalizada y sistemática contra mujeres y niñas, incluso en Estados que han proclamado tolerancia respecto a la violencia contra las mujeres, demuestra que la violencia sexual está profundamente arraigada en nuestras sociedades predominantemente patriarcales», cita la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos la declaración conjunta de Dubravka Simonovic, Hilary Gbedemah, Meskerem Geset Techane, Marceline Naudi, Margarette May Macaulay, Lucy Asuagbor y Sylvia Mesa.
El poder y el control, a su juicio, todavía contribuyen a crear un ambiente social que normaliza esta violencia, mientras que los estereotipos sobre papeles de género devalúan a las mujeres.
«Los sistemas de justicia penal que adoptan definiciones de violación basadas en la fuerza a menudo requieren evidencia de que el perpetrador usó la coerción y que la víctima no pudo defenderse. De esta manera, la carga recae sobre la mujer para demostrar que se resistió. Si no puede hacerlo, el perpetrador puede quedar en libertad mientras la víctima queda estigmatizada», apuntan las expertas en este documento emitido de cara al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el 25 de noviembre.
Las firmantes instan a los Estados a eliminar la brecha entre las leyes nacionales e internacionales sobre violación y violencia sexual, en particular, revisar sus códigos penales, criminalizar explícitamente la violación y la violencia sexual dentro del matrimonio; erradicar los estereotipos de género discriminatorios; combatir la impunidad; así como proporcionar apoyo y reparaciones a las víctimas y su protección efectiva durante el proceso legal.
Cortesía de Sputnik
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