La abogada representa legalmente a dos mujeres que denunciaron al Estado costarricense en 2015 ante la CIDH por obligarlas a seguir adelante con sus embarazos, ella interpela al actual mandatario de la nación a cumplir con establecer una normativa legal como parte de los compromisos asumidos
La abogada y activista costarricense Larissa Arroyo dijo que espera que el presidente Carlos Alvarado deje de prometer que firmará una normativa para regular el aborto terapéutico en su país, y que de una buena vez cumpla ese reclamo social.
«Las declaraciones al vacío del presidente Alvarado son insuficientes: es demagógico decir que va a cumplir sin precisar cuándo y cómo», aseguró Arroyo a propósito de las recientes declaraciones del jefe de Estado sobre el tema.
A Arroyo le preocupa que el recurrente compromiso de Alvarado sea una estrategia para adormecer los reclamos sociales, pues el reclamo de una norma técnica que regule el aborto terapéutico se viene arrastrando desde el gobierno de su predecesor, Luis Guillermo Solís.
La también directora de la Asociación Ciudadana Acceder advierte que la dilación en la norma tiene el agravante de que tanto Solís como Alvarado son conscientes de su urgencia, dada la manera cotidiana y sistemática en que son negados los derechos de las mujeres.
«No se trata solo de que firme, si no de que el contenido de dicha norma sea acorde a los más altos estándares de salud y derechos humanos», insistió Arroyo respecto a una demanda que fue llevada incluso hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Arroyo representa legalmente a dos mujeres (Ana y Aurora) que denunciaron al Estado en 2015 ante la CIDH, por obligarlas a seguir adelante con sus embarazos, pese a estar en riesgo su salud y su vida.
Como parte del proceso de conciliación un equipo técnico elaboró la propuesta de norma para regular el llamado aborto impune (terapéutico), pero Solís se rehusó a firmarla en plena ronda electoral, y Alvarado alegó luego que hay otras prioridades en la agenda nacional.
Alvarado aseguró al noticiero NC Once que este año firmará el documento de marras, pese a la campaña de la Conferencia Episcopal de Costa Rica para que no lo haga.
«Yo creo que esto es una democracia, la gente puede poner sus puntos de vista, en lo que a mí compete yo haré lo que corresponde como lo he comprometido», aseguró el jefe de Estado respecto a esa promesa de campaña, que ratificó en su toma de posesión, en mayo de 2018.
El aborto es legal en Costa Rica cuando peligra la vida de la madre, pero casi ningún médico lo realiza debido a la falta de una reglamentación.
Cortesía de Sputnik
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