Si perteneces a la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) y tu deseo es conocer el mundo, la Asociación Internacional de Gays, Trans, Bisexuales e Intersexuales (ILGA) divide los destinos peligrosos para el viajero, según el nivel de peligrosidad: riego extremo (con pena de muerte); riesgo muy grave (penas de prisión) y riesgo grave.
Riesgo extremo
En Arabia Saudí, Irán, Siria, Irak, Afganistán, Sudán, Somalia, Qatar, Pakistán, Mauritania y Nigeria, la legislación contempla pena de muerte para las personas homosexuales.
Riesgo extremo sin penas de muerte
Países como India, Uganda, Las Maldivas, Guyana, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, Barbados, Trinidad y Tobago, Eritrea, Tanzania, Zambia, Omán, Aceh o Sumatra del Sur no contemplan la pena de muerte, pero sí hasta 15 años de prisión.
Riesgo muy grave
La lista de países donde se considera que existe bastante riesgo es larga: Marruecos, Kenia, Belice, Jamaica, San Cristóbal y Nevís, Dominica, San Vicente, Granada, Gambia, Sierra Leona, Gaza, Sudán del Sur, Malawi, Swazilandia, Sri Lanka, Myanmar, Malasia, Brunei, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tuvalu, Kiribati, Islas Cook, Tonga, Argelia, Túnez, Libia, Camerún, Angola, Ghana, Togo, República de Guinea, Botsuana, Comores, Mauricio, Uzbekistán, Kuwait, Somalia y Senegal. Las condenas en cada uno de estos países van desde los 3 hasta los 14 años de cárcel.
Un caso particular el de los Emiratos Árabes Unidos, donde las relaciones homosexuales son castigadas con multas, prisión, deportación e incluso pena de muerte. Cada Emirato tiene una legislación propia, por ejemplo, en Dubái hay castigos de 10 años de cárcel y en Abu Dabi de 14 años. Sin embargo, el artículo 354 del Código Penal Federal señala que «quien cometa sodomía con un hombre deberá ser castigado con la muerte».
Riesgo grave
La homosexualidad se castiga con multas y hasta dos años de cárcel en Rusia, Líbano, Singapur, Liberia, Bután, Burundi y Turkmenistán.
En junio de 2013, Rusia promulgó una ley contra la propaganda gay que, al prohibir promocionar la homosexualidad a los menores de edad, impide las manifestaciones públicas de la diversidad sexual. Se puede ser gay o lesbiana, pero no reivindicarlo en la calle.