Comunidad LGTBI cataloga el decreto de Trump como una limitante para los diplomáticos homosexuales que no están casados

Debido a que solo en 25 de los 193 países miembros de las Naciones Unidas es legal el matrimonio entre parejas del mismo sexo, en el año 2009 la nación norteamericana anunció que las parejas de hecho homosexuales estuvieran exentas de esta regla para optar a la visa

El Ciudadano

03/10/2018 4:39pm

Este 1 de octubre en Estados Unidos entró en vigencia un decreto que elimina la visa a parejas de diplomáticos gays que no estén casadas, situación que sorprendió a la comunidad sexo diverso.

Debido a que solo en 25 de los 193 países miembros de las Naciones Unidas es legal el matrimonio entre parejas del mismo sexo, en el año 2009 la nación norteamericana anunció que las parejas de hecho homosexuales estuvieran exentas de esta regla para optar a la visa.

La medida fue anunciada por Hillary Clinton, quien para la fecha tenía el cargo de secretaria de Estado.

En el mes de junio ya el Gobierno estadounidense informaba el cambio a través del Departamento de Estado bajo la premisa, «los esposos del mismo sexo de los diplomáticos de Estados Unidos ahora podrán disfrutar de los mismos derechos y beneficios que los cónyuges del sexo opuesto».

Este anuncio ha sido criticado por la comunidad LGTBI al destacar que no han tomado en cuenta la base que guió hace 9 años el decreto, la cantidad de naciones que aún no contemplan el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Con la entrada en vigencia de la medida, las parejas que se encuentran en esa situación tienen tres meses para casarse legalmente o no contarán con el visado y deberán regresar a su país de origen.

Por su parte Alfonso Nam, presidente de ONU -Globe, la rama de defensa de la comunidad LGBTI, catalogó el decreto como una limitante para los homosexuales, al recordar que aún muchas naciones criminalizan la unión legal de personas del mismo género.

«No todos tienen la opción de contraer matrimonio en sus respectivos países. Un heterosexual solo tiene que casarse y venir. Muchos quieren trabajar en EE. UU. precisamente porque pueden vivir con su pareja sin problema», explicó el activista.

Con información de La Tercera

DS.