“Yo no podría, a ninguna edad, ser feliz estando sentada junto a la chimenea y simplemente mirar. La vida fue propuesta para ser vivida”.
Eleanor Roosevelt
Eran los años 30, el panorama estaba marcado por la inminente crisis económica de Estados Unidos y los estereotipos sociales no dejaban de encerrar a la mujer detrás de la puerta del hogar. Sus delicados rostros, cubiertos con rubor y unos labios perfectamente entintados, mostraban sonrisas coquetas y muecas cariñosas cuando los hombres les dirigían la mirada.
Las risas armónicas era el único sonido que emitía su boca cuando encontrabas a una de estas musas en las reuniones sociales. Todas con poses rectadas, esperaban pacientes a que un hombre las considerara como las perfectas amas de casa.
La imagen ideal de un hogar americano incluía a un marido trabajador y una mujer dedicada al hogar, capaz de atender a su marido, educar a sus hijos y guardar silencio para que la fotografía no se viera arruinada.
Pero esto no era difícil de conseguir, pues las mujeres de los años 30 solían pensar que si no se casaban antes de los 25 años se quedarían solteras para siempre entonces, ideaban tácticas para encontrar pareja. En una época en la que el hombre era la figura principal en los distintos ámbitos sociales, la mujer se encontraba detrás de éste como su fiel compañera, cuidando sus acciones para que agradaran siempre a la figura masculina.
Bajo estos estereotipos sociales, la revista Click Photo-Parade, ícono mediático de los años 30 que se caracterizaba por presentar reportajes fotográficos, ideó en 1938 una lista de consejos sobre comportamiento y arreglo personal, todos con la finalidad de agradar a un hombre que te eligiera como pareja.
Las mujeres solteras del momento escucharon atentas los consejos los que venían de la revista, sus madres, abuelas y amigas. Cuidaban sus movimientos y escondía secretos, todo para no molestar a sus prospectos.
Actualmente, la sociedad ha evolucionado y la mujer que espera resignada por un hombre ya no existe. La soltería no es símbolo de infortunio, más bien de independencia y cada vez son menos la mujeres que buscan atraer a un hombre con su físico y buenos modales. La imagen y derechos de la mujer ha evolucionado, hoy tiene un papel importante en la sociedad y es libre de elegir si desea trabajar, estar en casa, casarse o si busca tener hijos.
Entonces, para reconocer las ventajas que tienen las mujeres hoy, estos son los consejos que fueron publicados en 1938 por la revista Click Photo-Parade. Imágenes que muestran el rechazo que recibían por parte de los hombres si no hacían caso a estas sugerencias. Algunos quizá parezcan absurdos, pero la verdad es que la mujer, durante años, vivió bajo los ideales de un hombre y no los suyos:
No bebas demasiado
Un hombre espera que mantengas la dignidad toda la noche. Beber puede que te haga ver inteligente, pero la mayoría termina siendo una tonta.
No hables de ropa
No presumas o describas tu nuevo atuendo a un hombre. Atiende y halaga a tu cita hablando de temas sobre los que el desea conversar.
Vístete
Siempre arréglate y vístete en tu dormitorio. Debes estar lista cuando llegue tu cita; no lo debes hacer esperar. Recíbelo con una sonrisa.
No te sientes en una posición incómoda
Toma asiento recatada y no parezcas aburrida aunque lo estés. Mantente alerta y si debes mascar goma, hazlo en silencio y con la boca cerrada.
No utilices el espejo del auto
Nunca arregles tu maquillaje en el espejo del auto. El hombre lo necesita mientras maneja, y le molesta mucho tener que voltear por completo para ver lo que ocurre detrás.
Usa brasier
En caso de que necesites usar brasier, úsalo. Siempre asegúrate de que tu ropa y medias no se encuentren arrugadas.
No seas cariñosa
No muestres afecto en público. Ser cariñosa puede verse como del mal gusto, por lo general avergüenza o humilla a los hombres.
No llames la atención
No seas llamativa y mucho menos cuando hablas con otro hombre. Puede que tu cita nunca te vuelva a llamar.
No seas sentimental
No digas cosas románticas o lo incites a decir algo que no desea hacer relacionado con sus emociones. A los hombres no les gustan las lágrimas, especialmente en público.
No hables con otros
No hables cándidamente con el mesero acerca de temas personales. Los hombres merecen y desean tu atención entera.
No seas desinteresada
A los hombres no les atraen las mujeres poco interesadas. No hables mientras bailan, cuando un hombre esta bailando es porque sólo quiere bailar.
No uses su pañuelo
A los hombres no les gusta que tomes prestado su pañuelo, mucho menos si lo dejas manchado de labial. El maquillaje se arregla en privado, no donde el te pueda ver.
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