El candidato a la carrera presidencial para el Partido Republicano Donald Trump defendió este miércoles imponer «algún tipo de castigo» a las mujeres que aborten. Trump, férreo defensor del la ilegalización del aborto -excepto en caso de riesgo para la madre, violación o incesto-, expresó públicamente su opinión en una entrevista en la que le preguntaron por las consecuencias que tendría esta prohibición.
Sus palabras desencadenaron una ola de críticas provenientes desde los candidatos a la nominación presidencial- republicanos y demócratas- hasta grupos próvida, aquellos que promueven la ilegalización del aborto, y defensores del derecho al aborto. Éstas le obligaron a precisar que se tendría que castigar al médico que practique el aborto, aunque aseguró que su posición «no ha cambiado».
La interrupción voluntaria del embarazo es legal en Estados Unidos desde la promulgación de una sentencia del Tribunal Supremo de 1973. Sin embargo, la Corte Suprema estableció un plazo de tres meses dentro de los cuales está permitido el procedimiento, a partir del cual los estados pueden establecer restricciones o incluso prohibirlo. Oficialmente, los republicanos reclaman su ilegalización, pero piden las responsabilidades penales para el médico, no para la mujer.
Durante la entrevista y tras intentar evitar responder a la pregunta formulada por el periodista, el magnate neoyorquino espetó: «La respuesta es que tiene que haber algún tipo de castigo» para la mujer. A pesar de eso, aseguró no tener una opinión clara sobre el tipo de medidas que tendrían que aplicarse y reconoció que se trata de una cuestión «muy complicada».
Posteriormente, Trump publicó un comunicado en su página web en el que señaló que la prohibición del aborto y los posibles castigos a la mujer «no está claro y que tiene que ser trasladado de nuevo a los estados» para que se posicionen al respecto.
La semana pasada una encuesta de la cadena de noticias CNN mostraba que un 74% de las mujeres de los Estados Unidos tienen una visión desfavorable del empresario.