El 17 de mayo de 1990, la OMS eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Para conmemorar este hecho, cada 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.
Sin embargo, a 26 años del cese de tan vergonzosa concepción de la homosexualidad por parte de la comunidad científica, aún queda muchísimo por hacer.
Desde nuestro humilde lugar, hoy queremos aportar un pequeño granito de arena a esta lucha contra la ignorancia en pos de un mundo más justo, tolerante e igualitario.
El conocimiento científico para luchar contra la homofobia
En la naturaleza, el relacionamiento y la sexualidad entre ejemplares del mismo sexo nunca ha resultado algo extraño, fue el Homo sapiens quien han considerado este hecho como algo artificial, por decirlo de algún modo. Con muy pocas excepciones, la homosexualidad ha sido y es condenada prácticamente por todas las sociedades del mundo moderno.
La homofobia y el maltrato hacia los homosexuales no es noticia y entre tantos mitos y mentiras que se han proferido sobre el tema, más que uno habrá escuchado algún poco iluminado acusarlos de incapaces o ineptos para el matrimonio, la paternidad/maternidad, incapaces de mantener relaciones afectivas duraderas o incluso delirios que afirman tales cosas como que «los homosexuales son más propensos a ser pedófilos que los heterosexuales».
No obstante, varias investigaciones científicas se han realizado para terminar con estas patrañas. Así que sin más, aprovechando esta importante ocasión, te invito a conocer estos 5 mitos sobre la homosexualidad derrumbados científicamente.
5. «La homosexualidad no es algo natural»
Pocos días atrás estuvimos hablando acerca de la homosexualidad en el reino animal y de cómo, en la naturaleza, se trata de algo mucho más común de lo que cualquiera pueda imaginar. Conocimos varias especies de animales homosexualesy vimos cómo en realidad tiene mucho que ver con la supervivencia, el fortalecimiento de los lazos sociales y las adaptaciones biológicas y evolutivas de las especies.
El mito de que la homosexualidad no es algo natural y que los hombres tienen que relacionarse con las mujeres, lógicamente, es falso.
Además del ser humano, entre las más de 1500 especies de animales que tienen parejas del mismo sexo, podemos nombrar a los chimpancés, pingüinos, cisnes, bisontes, jirafas y diversas aves. Respecto a estos animales, Janet Mann, bióloga de la Universidad de Georgetown, señala que «no todo acto sexual tiene una función reproductiva en la supervivencia ni en la evolución».
4. «Las relaciones homosexuales no son duraderas»
Uno de los más grandes estereotipos que enfrentan los homosexuales es el que señala que sus relaciones afectivas no son duraderas o «tan reales» como las de los heterosexuales y, por supuesto, se trata de un estereotipo carente de sustento alguno.
Una serie de estudios a largo plazo desarrollados por John Gottman (psicólogo y profesor de la Universidad de Washington) junto a sus colegas, derrumbó el mito con números exactos.
Durante 12 años se recopilaron múltiples datos acerca del desarrollo, relacionamiento y funcionamiento de parejas homosexuales, encontrándose que el 20 % del total de las parejas había terminado en ese lapso de tiempo.
El hecho es que esa tasa proyectada a 40 años es menor que la de parejas heterosexuales en los mismos años. El profesor Gottman señala que la implicación general de esta investigación es que «hay que librarse de todos los estereotipos hacia las relaciones homosexuales y tener más respeto por ellos como una relación seria».
3. «La mayoría de los pedófilos son gays»
La pederastia es el peor crimen que puede haber y existe el pernicioso mito de que los hombres gays son los que más lo cometen. La cuestión se ha estudiado en detalle y los resultados han determinado que este no solo no es el caso, sino que ocurre exactamente lo opuesto.
En 1989, el reconocido físico y sexólogo checo-canadiense Kurt Freund, desde el Instituto de Psiquiatría de Clarke (Canadá), lideró una investigación en la que se mostraban fotografías de niños y adolescentes de ambos sexos a hombres homosexuales y heterosexuales al tiempo que se medía y registraba la excitación sexual de los participantes.
Los resultados indicaron que los hombres heterosexuales se excitaban más que los homosexuales, especialmente con las niñas.
En 1994, Carole Jenny, pediatra y profesora de la Universidad de Colorado, llevó a cabo un estudio en el que entrevistó a casi 270 niños que habían sido sexualmente abusados por adultos. En el 82 % de los casos, el agresor tenía una pareja heterosexual y pertenecía al ambiente cercano del niño, hubo solo 2 de 270 casos en los que el criminal era homosexual, 1 gay y 1 lesbiana.
Gregory M. Herek, profesor de psicología en la Universidad de California en Davis, señaló que la investigación empírica no demuestra que los homosexuales o bisexuales pueden ser más propensos a la pedofília, sino todo lo contrario.
2. «Los padres homosexuales no pueden criar niños»
Las personas que se oponen al matrimonio homosexual suelen oponerse también a la adopción por parte de homosexuales alegando que dos padres del mismo sexo no son algo «bueno para el niño» o que «el niño necesita un padre y una madre para crecer como un «adulto sano»».
En este sentido, nuevamente, las estadísticas demuestran que no es más que una gran mentira. De hecho, las cifras indican que a los niños criados por padres del mismo sexo les va algo mejor que a los que fueron criados por padres heterosexuales.
Recientemente se realizó un estudio en el que se examinó a 90 adolescentes, 45 vivían con parejas lesbianas como responsables y los otros 45 vivían con parejas heterosexuales. Analizando diversos factores de su vida cotidiana y su desempeño en la sociedad, se encontró que ambos grupos presentaron resultados casi idénticos, con la diferencia de que aquellos que vivían con padres del mismo sexo obtenían mejores calificaciones en la escuela.
Asimismo, otros estudios similares determinaron que los niños que se crían con dos padres o dos madres eran menos propensos a participar en actividades delictivas y a cometer vandalismo (peleas, robo, invasión de la propiedad privada, etc.) que aquellos que venían de crianzas «tradicionales», de padres heterosexuales.
«La ciencia demuestra que los niños criados por dos padres del mismo sexo se crían igual o mejor que los niños criados por dos padres de diferente sexo», señala Timothy Biblarz, sociólogo de la Universidad del Sur de California.
1. «La homosexualidad es una opción y “se puede ‘curar’”»
La idea de que la homosexualidad es una enfermedad, una idea tan estúpida que hace sonreír, es un emblema típico entre miembros de comunidades religiosas y fundamentalistas. Mucha gente afirma que ser homosexual es una opción o que es una enfermedad y que «siguiendo el camino adecuado, se puede curar».
El caso es que desde las ciencias duras y áreas como la genética, se ha señalado que más que una opción, existe evidencia suficiente para afirmar que laorientación sexual homosexual es en parte una cuestión genética y que también está muy relacionada con una base biológica.
Para probar si los genes tienen relación con la orientación homosexual de las personas, los investigadores han analizado y comparado a gemelos idénticos (comparten exactamente todos los genes) y gemelos fraternales (aquellos que comparten cerca del 50 % de los genes).
Los estudios demostraron que prácticamente todos los gemelos idénticos comparten la misma orientación sexual (homosexual, bisexual, heterosexual, pansexual, etc.), lo que no ocurre de tal modo con los gemelos fraternales. Por ende, estos hallazgos indican claramente que puede existir un factor genético que determine la orientación sexual de una persona.
Además, otros estudios han señalado que determinados factores biológicos —como la exposición del hormonal del útero— también puede incidir en la orientación sexual del individuo. En otros términos, diferencias fisiológicas, tales como diferentes formas en el oído interno entre mujeres homosexuales y heterosexuales, hacen su contribución y refuerzan aún más la idea.
En este sentido, Sandra Witelson, la bien conocida neurocientífica de la Universidad de McMaster, señala que «los resultados apoyan la teoría de que las diferencias en el sistema nervioso central existen entre los individuos homosexuales y heterosexuales, y que las diferencias están posiblemente relacionadas con factores tempranos en el desarrollo del cerebro».
Sigamos esforzándonos por iluminarnos, luchemos por encontrar nuevas formas de relacionarnos y por un lugar más justo en donde seguir cultivando el conocimiento.
¡Feliz 17 de mayo, feliz Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia!
Vía: Batanga