María Isabel Pansa se desarrolló como escolta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner desde que asumió en su primer mandato en el año 2007. El puesto se llama técnicamente “edecana presidencial” y consiste en acompañar, auxiliar y proteger (más allá de la custodia presidencial) al máximo mandatario del ejecutivo.
Acerca del ascenso a general de la edecana presidencial, aprobado por unanimidad por el Senado de la Nación, la senadora Marina Riofrío destacó -en representación del oficialismo- el nombramiento al señalar que «las políticas de Estado que el peronismo siempre tuvo para elevar el estatus de la mujer hoy se pone de manifiesto con este ascenso».
Alfredo Martínez, senador por la Unión Cívica Radical, destacó que «realmente los antecedentes de la coronel la hacen sin duda merecedora de ocupar el cargo» y luego recordó que Pansa es «licenciada en psicología, licenciada en sistemas y tiene un manejo de idiomas sin inconvenientes». También aprovechó para redoblar la apuesta: «Ojalá que con el correr del tiempo tengamos los posibilidad de que una mujer sea comandante en jefe del Ejército y que no sea de la rama de inteligencia».
Por su parte, el senador y candidato a presidente Adolfo Rodríguez Saá expresó el respaldo del interbloque Compromiso Federal al ascenso y afirmó ver «con sumo agrado que una mujer ascienda al grado de general del Ejército y que las mujeres vayan ocupando los lugares más encumbrados sin ningún tipo de discriminación» y remarcó que se trata de «un hecho histórico la decisión que se está tomando».
Con esta designación, Pansa se convierte en la primer mujer en la historia del ejército argentino en llegar al rango de General en vida, algo impensado hace no mucho tiempo. Las fuerzas armadas han sido históricamente estructurar con un fuerte componente patriarcal y dominado por los hombres.
Cabe recordar que el único antecedente como generala del ejército es el de Juana Azurduy, pero su ascenso fue post mortem a partir de la decisión que tomó la presidenta Cristina Fernández tiempo atrás en homenaje a la heroína que luchó en las guerras por la independencia del territorio argentino.
Así, Argentina sigue a paso firme en la búsqueda de recuperar terreno en las políticas y visiones de género tras años de atraso en esa perspectiva. Ya se ha vuelto habitual que distintas mujeres ocupen los máximos rasgos del Estado, algo que enriquece a todos y ayuda a combatir la discriminación y luchar por la igualdad.