India: mujeres forzadas a suprimir su menstruación para asegurar la productividad laboral

Miles se han sometido a extracciones de útero

India: mujeres forzadas a suprimir su menstruación para asegurar la productividad laboral

Autor: Sofia Olea

Se ha levantado la alerta respecto a la salud reproductiva de las mujeres trabajadoras en India, donde muchas obreras están siendo presionadas para suprimir la menstruación totalmente y así evitar pérdidas en la productividad. Estas medidas incluyen acciones tan radicales como la extirpación del útero para evitar ausencias laborales.

Escribiendo para BBC News, Geeta Pandey informó que en el «cinturón de azúcar», como se llama al área de los cultivos de caña en Maharashtra, India occidental, se han producido 4.605 histerectomías (extracción quirúrgica del útero) en mujeres de edad reproductiva: todas son menores de 40 años y muchas no sobrepasan los 20. En algunos casos, estas intervenciones innecesarias han provocado complicaciones graves; desde dolores musculares y articulares hasta extremidades inflamadas y mareos constantes.

Otro informe, publicado por Reuters, revela que en la industria multimillonaria del vestuario en Tamil Nadu, en el subcontinente del sur de la India, las mujeres trabajadoras son forzadas a tomar drogas no etiquetadas, sin la opción de tomar un día libre cuando informan dolores menstruales que les impiden trabajar.

Se cree que la región emplea a más de 300.000 trabajadoras, aunque el número podría ser mayor, ya que es probable que miles estén fuera de los registros del gobierno. Muchas menores trabajan para ganar dinero para su dote, en una práctica laboral ilegal conocida como sumangali, o «tráfico suave», que consiste en un contrato por algunos años de trabajo, retribuidos a través de un solo pago al final.

Cien mujeres trabajadoras fueron entrevistadas por la fundación Thompson Reuter, la mayoría de las cuales tenían entre 15 y 25 años. La fundación informa que entre los efectos secundarios de estas pastillas desconocidas están las náuseas y los vómitos, además de otros efectos más duraderos, como ciclos menstruales erráticos, depresión y dificultad para concebir.

Según la Fundación, la práctica está siendo investigada por las asociaciones de la industria, los funcionarios gubernamentales y las firmas internacionales que compran la ropa producida en las fábricas.

La menstruación es un fuerte tabú y se considera un estigma para las mujeres en India, a pesar de que se han realizado algunas campañas abiertas para desafiar los mitos en torno a ella. Pero no es solo en la India donde la ignorancia y la vergüenza rodean a este ciclo biológico cotidiano y fundamental. En Occidente también ocurre, en mayor o menor escala, a pesar de que un documental sobre la realidad india ganó un premio de la academia hollywoodense.

En la discusión actual sobre la menstruación en el mundo occidental, hay temas como la pobreza menstrual o el impuesto al lujo que recae sobre productos sanitarios menstruales en algunos países (Estados Unidos o Alemania, por ejemplo). También existe una silenciosa pero persistente campaña para visibilizar y normalizar la sangre menstrual, que en la publicidad, por ejemplo, se ha representado tradicionalmente como un líquido azul.

Un estudio reciente del British Medical Journal, basado en más de 30.000 mujeres de Países Bajos -considerado un país progresivo, moderno y próspero-, reveló que las mujeres pierden un promedio de de 8,5 días de productividad al año por síntomas menstruales, aunque solo el 14% dijo que se tomaba un tiempo fuera del trabajo o la escuela y solo el 21% se atreve a contar las verdaderas razones de su malestar, como informa IFLScience.

Pero en India la situación es más grave: se está atropellando los derechos reproductivos y laborales de las mujeres trabajadoras. Este problema atraviesa varias áreas que deben abordarse desde el punto de vista del género. En India, en Chile o en la Unión Europea, para superar las injusticias y la vergüenza relacionadas con la menstruación, es urgente romper el tabú y poner el tema en la conversación pública. Moleste a quien moleste.


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