En los últimos dos años, el número de quejas presentadas por violencia de género en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aumentaron once veces (1157%), en comparación con la cantidad registrada durante los 13 años anteriores.
De acuerdo con Mónica González Contró, abogada General de la máxima casa de estudios, entre agosto de 2003 y el mismo mes de 2016, la UNAM registró un total de 325 quejas por casos relacionados de violencia de género, aproximadamente 1.9 por mes, mientras que, a partir de septiembre del mismo año y junio de 2018 recibieron 485 denuncias, unas 22 mensuales.
“A partir de que se promulgó el Protocolo, que tuvo una difusión muy importante, tuvimos un incremento de más de mil por ciento de denuncias (…) esta herramienta han ayudado mucho a que las personas tomen conciencia sobre lo que es un acto de violencia de género”, señaló.
La mayoría de las denuncias registradas son violencia sexual, psicológica, física y acoso. En la mitad de los casos, las agresiones se denunciaron en planteles de Ciudad Universitaria. Sin embargo, las autoridades únicamente tuvieron elementos para iniciar un proceso de investigación contra 397 (80%), y finalmente solo se inició un procedimiento formal a 366 de ellos (80.2%)
Contra otros 90 agresores denunciados, entre los que hay alumnos, personal académico, administrativo, de confianza y por honorarios de la universidad, así como personas externas a ella, no hay una investigación, ya sea por el desistimiento de las víctimas o porque no se encontraron elementos en su contra.
Investigaciones no llegan a nada
Paloma, una estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) es una de las denunciantes que decidió desistir de su acusación contra uno de sus compañeros. “Empecé a ir a declarar ante las autoridades de la UNAM sobre lo que había pasado, aunque para mí era muy difícil, porque las dos compañeras agredidas eran mis amigas. Tuve que ir varias veces con una abogada a repetirlo todo, aunque me destruía emocionalmente, hasta que un día le pregunté qué iba a pasar con el agresor y ella me dijo que no le iba a pasar nada”.
De acuerdo con la joven, la abogada de la universidad le explicó que “lo único que podía pasar era que platicaran con mis compañeros de carrera y con profesores para que no volvieran a pasar esas cosas”.
Además de Paloma, en los últimos dos años cinco personas que iniciaron una queja por violencia de género en la universidad decidieron desistirse de su denuncia.
Las víctimas afirman que aunque a partir de la investigación de los casos se comprueba que existen actos de agresión, los culpables son disculpados por las autoridades universitarias, quienes reducen las sanciones.
Según los informes de la propia universidad, en 59 de los casos registrados en dos años, los agresores interpusieron un recurso de reconsideración o inconformidad por las sanciones que se les impusieron. En cuatro de los casos, el castigo fue revocado.
Enlaces de interés…
https://www.elciudadano.cl/genero/mexico-en-alerta-por-un-promedio-diario-de-35-denuncias-por-violacion/08/16/
https://www.elciudadano.cl/latino-america/onu-exhorto-a-mexico-a-adoptar-medidas-urgentes-contra-el-femicidio/07/23/