Esta semana Irán volvió a ver una marea de mujeres en un estadio de fútbol, luego de 40 años.
Las mujeres iraníes marcaron un hito esta semana con su entrada al estadio de fútbol Azadi de Teherán, donde fueron las protagonistas indiscutibles del partido clasificatorio del Mundial entre las selecciones de Irán y Camboya.
Con banderas iraníes, gorros con los colores nacionales y vuvucelas, las mujeres entraron el jueves 10 de octubre al recinto deportivo, un lugar que tenían vetado desde hace cuatro décadas, como consecuencia de las costumbres religiosas de Irán.
Este encuentro es el primero en cuatro décadas al que las aficionadas pueden acceder sin ser preseleccionadas. Y lo mejor de todo es que es la primera vez que las mujeres pueden acceder a un partido en Irán sin necesidad de una invitación oficial.
Hasta este momento, las mujeres iraníes que ingresaban a los partidos masculinos, solo podían hacerlo por medio de una invitación o de modo clandestino, pues existía una gran prohibición por parte de las autoridades, sin embargo, en esta ocasión la situación fue diferente y la tribuna, en la que se les permitió el acceso, estuvo colmada.
Tras comunicarse la noticia de que las mujeres podían asistir por decisión propia al partido, las 4.600 localidades disponibles se agotaron en un periodo cercano a los 60 minutos, situación que refleja la gran afición femenina existente y que es considerada como un hecho histórico en el país de Oriente Medio.
Pese al largo camino que queda por recorrer, el 10 de octubre del 2019 quedará grabado en la mente de quienes recuerdan a Sahar Jodayari, la joven iraní que decidió quitarse la vida cuando supo que podía ir a la cárcel. ¿Su delito? Intentar colarse en un estadio vestida como un hombre. Se la conoce popularmente como la ‘chica azul’ por ser el color de su equipo, el Esteghlal.
Aunque ahora las féminas del país persa ahora tienen acceso a los estadios y competiciones de fútbol y pueden entrar a recintos deportivos, aún hay muchas trabas culturales que les impiden disfrutar del deporte en igualdad de condiciones que los hombres.
Presión de la FIFA
Este hecho ha sido posible una vez que las autoridades cedieron ante la presión de la FIFA, organismo que había llegado a amenazar con suspender a Irán por su polémica política de prohibir la asistencia de las mujeres a los partidos masculinos, una política que fue adoptada poco después de la revolución de 1979.
Anteriormente, el presidente de la federación, Gianni Infantino, aseguró que “hay que permitir que las mujeres entren en los estadios de fútbol de Irán”.
A pesar de este llamado del máximo órgano rector del fútbol , las autoridades iraníes solo colocaron 4.000 entradas a la venta para mujeres de las 100.000 que dispone el estadio, algo que las activistas por los derechos de las mujeres en el país han criticado.
No obstante, las aficionadas que lograron conseguir una entrada llegaron a ocupar cuatro sectores segregados de las gradas, vigiladas por 150 mujeres policía.
Revolución femenina en progreso
Un artículo de Macur publicado en 2017 destacaba que el panorama deportivo para las mujeres es cada vez más alentador, pues en 2004 fue trasmitido por primera vez un partido femenino de futbol por televisión nacional que se disputaba entre la selección de jugadoras árabes (las Arab All Stars Ladies), y el Chelsea inglés, un partido que lo vieron en directo Jordania, los Emiratos, Egipto, Libia, Marruecos y Líbano.
Este ejemplo sirvió de aliento a las nuevas generaciones de atletas que hoy luchan contra la opresión de la sociedad islámica.
Con ello, además se demuestra que la situación de la discriminación hacia las féminas está disminuyendo.
Como ejemplo, se puede recordar que en el año 2011 la selección femenina de futbol de Irán fue descalificada de los juegos de Londres, pues muchas de sus jugadoras se negaron a jugar sin el Hijab y esto está prohibido por las reglas de la FIFA que prohíbe expresamente que “jugadores u oficiales muestren mensajes o lemas políticos, religiosos, comerciales o personales, en cualquier forma o idioma, ni en el equipamiento deportivo ni en su cuerpo”.
En respuesta a esto, en el año 2017, de la mano de grandes marcas como Nike, se empezó a luchar contra esta discriminación con el lanzamiento de Hijabs deportivos y más aditamentos para que las mujeres musulmanas pudieran practicar deportes con facilidad y cumpliendo con los códigos de vestimenta propios de su religión, reseñó La Vanguardia.
E incluso, a través del portar oficial de la FIFA se estimula la práctica del balón pie por parte de las mujeres musulmanas.
Otro ejemplo es Bahréin, un país inmerso en el tema de la inclusión de la mujer árabe en los deportes, pues desde 2010 ha impulsado el balón pie femenino a través de muchos medios y no solo internamente, sino que buscan promoverlo en otros países como Siria, Palestina, Qatar, Irak, Egipto, Líbano y Jordán.
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