Una veterinaria que acude a las consultas en su moto, madres de familia, hijas, y una locutora de radio, son casos visibles de “She Can Ride”, un proyecto a cargo de Cló Ovalle, que busca cambiar el “chip mental” de que el motociclismo sólo es “una actividad de hombres”.
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“She Can Ride” empezó en mayo de 2019 para compartir con las mujeres el motorismo en un viaje de libertad, empoderamiento y atrevimiento.
En tres años, más de mil mujeres del país y Latinoamérica rompieron las barreras del miedo, así como los prejuicios para montar el conocido caballo de acero en las calles de las ciudades de Puebla, Ciudad de México, Oaxaca, Morelos, Guadalajara, Nuevo León y Querétaro, entre otros.
El motociclismo no es un asunto de género, dice Claudia Ovalle, mejor conocida como “Cló” en entrevista con El Ciudadano México para reconocer las capacidades de las mujeres para tomar una unidad de dos ruedas y hacer suyas las vialidades.
“El motociclismo no fue de hombres ni ahora de mujeres; no tiene género, puedes ser del género del que sea”
Claudia Ovalle, “Cló”
Fundadora del proyecto “She Can Ride”
Cló estudió comunicación y sus conocimientos en marketing han sido útiles para crecer una comunidad de bikers no sólo en México, sino fuera del país como en ciudades de Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Guatemala hasta España.
La joven aprendió a manejar la moto hace más de 10 años junto con su primo. Le enseñó un contador con el que trabajaba y la primera unidad en sus manos era propiedad de su padre.
¿Cómo aprender a andar en moto?
Desde el primer día, con Cló llegan muchas chicas que no saben nada de motos, con miedo y nervios; mujeres de todas las edades, solas, con su pareja y también en familia.
En “She Can Ride” les proporcionan información necesaria para rodar, tips que van desde los componentes de una moto, el modo de ponerse de pie hasta recorrer por las peligrosas calles urbanas.
«Con nosotras se trata de cambiar el chip mental de «tú lo puedes hacer», como mujeres ya vienen rompiendo límites propios y siendo ganadoras desde que llegan al curso. Con nosotras llegan a un espacio donde puedes preguntar muy cómoda todo lo que quieras de motos (…) es como en la escuela que llegas a aprender de cero”
Parece increíble, pero las mujeres salen manejando en un día, dice, aunque algunas no tengan motocicleta, pues ahí adquieren los conocimientos para elegir “más a conciencia” una unidad que aporte a sus necesidades.
Cló responde que no es difícil andar en moto y que todo se trata de gestionar el peso con el cuerpo, mientras que las caídas tampoco son catastróficas.
“A veces piensan que las caídas son enormes, pero no; es una caída como cuando vas al parque y te caes. En el curso de manejo, en todo momento que se enciende la moto se usan todas las protecciones: casco, rodilleras y más”
Romper la barrera y crear comunidad
Cló Ovalle ha observado como cada año más mujeres “rompen las barreras y los miedos” ante las frases machistas sobre que el uso de las motocicletas es sólo para varones.
Los prejuicios de “esto es para hombres fuertes o grandes” y que en la calle algunos conductores agredan o intimidan a las motoristas porque “les arde ver a una mujer en moto”, son algunos de los retos que atraviesan.
Pero más que un privilegio de mujeres recuerda que al circular en moto se enfrentan a la misma situación de muchos: calles con grandes baches, inundaciones y falta de señalética vial.
Aunque le reconforta ver cómo su hermana, a través de ella, aprendió a andar en moto, o bien, observar a los padres que apoyan a sus hijas o esposas a aprender a manejar.
También ver el resultado de empoderar mujeres a través del motociclismo, cuando se hacen rodadas en la ciudad para principiantes o viajes en las carreteras de México, como el último a Querétaro, para mujeres piloto con nivel intermedio.
Este año, con motivo del Día Internacional de la Mujer Motociclista espera un evento de más de 200 personas rodando.
Otros logros son las competencias en pista, doble propósito o acrobacias de las motoristas, al menos 15 ya están inscritas en la Federación.
No había tantas mujeres en la Federación Internacional de Acrobacia Alas de Acero (acrobacia en motocicletas), desde el día uno felicitaron a las chicas de She can ride por el buen desempeño y habilidad que demostraron en comparación de otros que inician. Aprendieron súper rápido, son súper ágiles, sin miedo y aguerridas van arriba”
Cló comentó que hacía falta un grupo de mujeres que dieran accesorias técnicas, mecánicas hasta de la vestimenta para viajar. Ahora, la meta será crecer el grupo a nivel internacional.
“Somos mujeres todas y nos une el motociclismo. Aquí caben todas, hay mujeres con motos chicas y grandes, de todas las categorías que ves en la calle, de gama alta, baja, doble propósito. Es increíble porque puedes convivir con todas sin importar tu moto”
Ilustración: Iván Rojas
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