Si algo tienen en común todos las figuras históricas aquí mencionadas, es que nos enseñan que eran excelentes personas que lucharon contra el extremismo, la violencia y la injusticia, que eran hombres y mujeres de paz quienes antes de cualquier cosa preferían hacer el bien al prójimo, nada más alejado de la realidad.
Por lo general nos cuentan esto porque ya algunos personajes tienen esa careta ante la historia, a pesar de no ser ni tan siquiera buenas personas con quienes los rodeaban, o peor aún siendo jefes de Estado no dudaron en cometer crímenes de lesa humanidad. Sin duda, los libros de historia son escritos por personas comunes y corrientes, por lo que la su opinión siempre terminará pesando más que los hecho que realmente sucedían.
Símbolos de paz y movimientos sociales, hombres y mujeres que podrían ser llamados los grandes hipócritas de la humanidad, gente que aunque muchas veces tenían un talento impresionante, en la intimidad se transformaban, así que no siempre hagan caso a lo que diga la historia oficial, la que suele estar cargada de mentiras escritas por aduladores.
Winston Churchill
En estos días la ultra derecha latinoamericana lo exhibe como si hubiera sido un gran tipo, lejos de eso, Churchill era tan asesino como Hitler y Stalin, mientras en Europa propagaba la libertad que el nazismo había acabado, en los dominios británicos de Sudáfrica e India otra cosa sucedía, pues para mantener al decadente Imperio Británico en pie, avalaba masacres contra poblaciones enteras de estos dos países y muchos más que dominaban, como si fuera poco, era fiel creyente de la supremacía blanca y en más de una ocasión dijo que América Latina debía ser pobre, para así poderla dominar con facilidad.
Juan Pablo II
Considerado un santo por parte de la Iglesia Católica, el Papa Viajero era de todo menos buena persona: encubrió la pedofilia de miles de sacerdotes alrededor del mundo, aliado de mafias por toda Italia, era conocido por su lucha contra las dictaduras de Europa del Este, pero su fanatismo no lo hacía ver a figuras que luchaban por la liberación de América como a Monseñor Romero, a quien ignoró y llamó comunista, si en realidad existe en cielo, este hombre está en la parte más alejada de éste.
Bob Marley
Bob era un líder social, ante todo un genio musical que hoy es exaltado por grupos de la legalización de la marihuana alrededor del mundo, muchos lo ven como una figura de paz y esperanza, pero el verdadero Bob Marley no era lo que hoy enseñan las páginas de la historia; su esposa Rita es la primera en contar quien era realmente: un abusador, un hombre violento que la golpeaba, que dejó hijos regados a lo largo y ancho de su país, sin ninguna responsabilidad paternal.
John Lennon
El líder de The Beatles es quizá el músico favorito de muchos amantes de las notas. Proclamado por los hippies y otros movimientos pacifistas del globo terráqueo como un icono de paz, de la lucha contra la Guerra de Vietnam, Lennon era extremadamente violento, desde su difícil infancia fue agresivo, y en su vida adulta no era diferente, tuvo peleas con Yoko Ono en las que ambos se golpeaban, tuvo repetidos incidentes en los que los golpes fueron comunes en discusiones que tenía, se burlaba de Brian Eipstein por ser homosexual, entre otras cosas.
Madre Teresa de Calcuta
Reconocida por ayudar a los demás, por ser una sierva de dios en este mundo, por querer estar al lado de las personas que más necesitaban ayuda y protección, Agnes Gonxha Bojaxhiu no era ninguna santa, decía que los enfermos debían sufrir lo máximo que pudieran, ya que esto los acercaba a Cristo; sus hospitales, lejos de ser un oasis de esperanza para la gente, se convertían en fabricas de terror y sufrimiento, a pesar de manejar extensas cifras millonarias en sus cuentas, pensaba que la pobreza y la miseria eran obra del altísimo y que no debía ser corregida.
Walt Disney
Todos hemos amado sus películas tan llenas de magia y fantasía, este hombre creó un imperio que aún después de la infancia nos sigue pareciendo genial, pero el señor Disney tiene un negro fondo de racismo, machismo y explotación. Sus primeras cintas siempre hacían ver a negros, indios u otras minorías como sociedades menores; explotaba a sus empleados y si estos protestaban eran despedidos de su fábrica de fantasía, sobre todo a las mujeres, a quienes pagaba mucho menos por sus labores por el mismo trabajo realizado que el de sus compañeros varones.