A pesar de haber habitado el planeta Tierra hace aproximadamente entre 230.000 y 40.000 años, durante el final del Pleistoceno medio y casi todo el superior, el hombre de Neandertal sigue siendo una especie extinta del género Homo interesante para los arqueólogos, pues alberga una especie de secreto para la humanidad.
Ciertamente, habitó en Europa, Próximo Oriente, Oriente Medio y Asia Central, pero investigadores han encontrado un nuevo esqueleto en la cueva de Shanidar, en el Kurdistán iraquí, excavada por primera vez en la década de 1950 por el arqueólogo Ralph Solecki.
Se trata de restos fragmentarios de un fósil encontrado con grupos de polen mezclados con la tierra circundante, precisamente en la cueva de Shanidar, famosa por lo que se conoce como el entierro de flores.
Los huesos pertenecieron a un hombre de entre 30 y 45 años, y fueron enterrados con flores; presumiblemente como parte de un rito funerario.
Según los investigadores, esto ayudaría a revelar cómo los neandertales lidiaron con sus muertos, aunque contradicen las comprensiones previas de los neandertales como animalistas, incultos y poco sofisticados.
Debate acalorado
La hipótesis del «entierro con flores» no solo capturó la imaginación popular al momento de descubrir el conjunto de fósiles neandertales hace más de 50 años, sino que provocó el replanteamiento de esta especie, hasta entonces considerada «no inteligente».
El hallazgo de entonces abrió un debate que se ha extendido durante décadas y que ha dividido a la comunidad científica entre los que creen que los neandertales practicaban rituales de muerte y los que no los creen capaces de tal sofisticación cultural.
Ahora, un equipo de investigadores ha regresado a la vieja zanja de Solecki para recoger nuevas muestras de sedimento, y ha descubierto los huesos aplastados del cráneo y del torso de un nuevo neandertal, al cual han llamado «Shanidar Z».
Los primeros análisis sugieren que tiene más de 70.000 años de antigüedad y, aunque el sexo está por determinar, los dientes indican que se trata de un «adulto de mediana a avanzada edad».
«Tanta investigación sobre cómo los neandertales trataron a sus muertos tiene que implicar regresar a los hallazgos de hace 60 o incluso 100 años, cuando las técnicas arqueológicas eran más limitadas, y eso solo lo lleva tan lejos», dijo la arqueóloga Emma Pomeroy, de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.
La experta confía en las tecnologías modernas y cree que a partir del ADN antiguo se podrán desvelar «muchas preguntas que nos hemos hecho hasta ahora».
Mejores resultados
Los huesos, como suelen ser estas cosas, fueron descubiertos por accidente. Los arqueólogos estaban buscando los lugares donde se habían encontrado los 10 esqueletos originales. Esperaban excavar algunos de los sedimentos para poder fecharlos.
El trabajo en el sitio comenzó en 2014, pero se retrasó debido a la actividad de Daesh en el área. No fue hasta 2016 que los arqueólogos encontraron una costilla en el fondo de su trinchera; Era 2018 cuando finalmente encontraron el cráneo aplastado.
La extensión total del esqueleto se reveló y se excavó principalmente en 2019.
«Tener evidencia primaria de tal calidad de este famoso sitio de Neanderthal nos permitirá utilizar tecnologías modernas para explorar todo, desde ADN antiguo hasta preguntas de larga data sobre las formas de muerte de Neanderthal, y si eran similares a las nuestras», asegura Pomeroy.
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