En 1930 los sacos de harina eran fabricados con coloridos diseños. La razón es fascinante

Durante la gran depresión en Estados Unidos los tiempos eran complicados, por lo que ahorrar y reutilizar se convirtió en un estilo de vida para sus habitantes.

Hoy en día, a la gente le sigue gustando la idea de ahorrar dinero y reducir los residuos a través de proyectos de bricolaje inteligentes, como convertir neumáticos viejos en encantadores banquillos. Pero en aquellos días, “hacerlo uno mismo” no era una tendencia; era una necesidad. En esos momentos, las familias no podían darse el lujo de comprar ropa, así que las madres tenían que dar rienda suelta a su creatividad.

Las mujeres se dieron cuenta de que la harina, uno de sus alimentos básicos, llegó en sacos de algodón. Con mente innovadora, ellas vaciaron los costales y reutilizaron la tela para hacer prendas que darían a sus hijos.

Cuando los fabricantes de sacos de harina se percataron de que se habían convertido en tendencia, decidieron reinventar la forma de sus empaques, logrando ¡resultados impresionantes!

Los costales ahora tenían bonitos estampados. Las familias apreciaron que las tomaran en consideración para este cambio.

Había diseños para todos los gustos. Vestirse con sacos de harina se volvió muy común.

Incluso se produjeron costales con patrones para realizar juguetes. La tinta que utilizaban era lavable.

Se estima que durante la Gran Depresión, 3.5 millones de mujeres y niños llevaban ropa y artículos hechos de sacos de harina.

Poco después, los sacos de harina incluyeron instrucciones de lavado.

Y empezaron a reutilizarse en diferentes formas.

A medida que la popularidad de este tipo de ropa creció, se distribuyeron folletos con ideas de costura para “bolsas de algodón”.

Y cuando la tela se dejaba de usar como ropa, aún se podía reutilizar en objetos como cobijas.

Ya en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, el algodón empezó a ser utilizado para fabricar uniformes para soldados y la población estaba más que dispuesta para dar su tela con la intención de ayudar al ejército.

Desde ese entonces, la harina se empaca en bolsas de papel, con lo cual ya no se pueden realizar esas bonitas prendas…

Fuente: Upsocl