En ocasiones la muerte tocó a la puerta, se anunció y esperó paciente; a veces entró de golpe y dejó poco tiempo; y en otros casos esperó al cobijo de la noche y sin miramientos, hizo su trabajo. Quien trabaja de maneras misteriosas, con la firme seguridad de que tarde o temprano llegarán a ella los regalos de la vida, ha sido una de las grandes protagonistas en los capítulos finales de escritores, artistas, celebridades y agentes de la historia. Ante la inminente llegada de la muerte, el ser humano tiene uno de sus últimos suspiros de vida, y con él, la oportunidad de sentenciar su propia existencia.
Aquí algunas de las últimas palabras de hombres y mujeres que hicieron historia, misma que les reservó una última condecoración con lo majestuoso de sus palabras finales:
¡A mí, mi querida amiga! – Jean Paul Marat
Marat fue un importante científico y médico francés, aunque es más reconocido por su rol determinante en la Revolución francesa, encabezando a la sección de los jacobinos. Fue asesinado en su tina de baño por una mujer que se identificaba con los exiliados girondinos. Su muerte se inmortalizó en la pintura de Jacques-Louis David.
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Crito, le debo un gallo a Asclepio – Sócrates
El gran filósofo ateniense fue acusado de despreciar a los dioses y corromper la moral de la juventud con sus ideas de la existencia etérea sin el consentimiento de ningún dios. Murió por envenenamiento por circuta, el método para la pena de muerte de la época.
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Si ella está de acuerdo, póngale fin a esto – Sigmund Freud
Tras la propagación del cáncer de paladar, Freud le pidió a su médico que recordara la promesa que le había hecho de practicarle la eutanasia, para lo cual bastaba el consentimiento de su esposa. Martha, su esposa, aceptó y el médico le inyectó tres inyecciones de morfina.
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No es nada, no es nada… – Francisco Fernando
El 28 de junio de 1914, el archiduque de Austria-Hungría paseaba con su esposa por la ciudad de Sarajevo, capital de la provincia de Bosnia-Herzegovina. Aproximadamente a las 11 de la mañana, Gavrilo Princip, extremista serbio, encontró el carruaje del archiduque mientras éste escapaba de otros atentados, se acercó y disparó dos veces. Una bala hirió a Francisco Fernando y la otra rebotó en su esposa embarazada. Veinte minutos más tarde, ambos murieron.
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Francia, el ejército, Josefina – Napoléon
Tras un regreso fallido al trono de Francia y una aplastante derrota en Waterloo, Napoleón fue desterrado por Reino Unido a la isla de Santa Elena. Aquejado por dolencias en el estómago y un dolor en el costado derecho, el gran general Bonaparte murió en 1821.
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¡Hey, Rama! – Gandhi
En 1948, tras lograr la independencia de la India, Gandhi se dirigió a rezar en la Casa Birla en Nueva Delhi. Mientras se dirigía a encabezar la oración, un hinduista radical se acercó a la comitiva para dispararle. Las palabras se traducen como “Oh, Dios”.
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¡Luz, más luz! – Goethe
El poeta, padre del romanticismo, murió en 1932 en la ciudad de Weimar debido a un ataque cardíaco.
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No – Alexander Graham Bell.
El gran inventor del teléfono murió de anemia perniciosa en 1922, y sus últimas palabras las dijo en lenguaje de señas a su esposa sorda, quien le pidió que no la abandonara. Graham Bell respondió.
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¡No toques los círculos! – Arquimides
Físico, ingeniero, inventor, astrónomo y matemático griego que poseía conocimientos hasta entonces desconocidos por la Humanidad: en la hidrostática, la estática, las matemáticas y el principio de la palanca. Arquimides murió durante el asedio romano a la ciudad de Siracusa durante la Segunda Guerra Púnica. Se cree que Arquimides trabajaba en algunos cálculos cuando un soldado romano le ordenó que fuera a presentarse ante el general romano que había conquistado la ciudad. El gran científico increpó al soldado, quien lo mató al instante a pesar de tener órdenes de preservar su vida.
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No más – Chopin
El gran compositor y pianista polaco, representante del romanticismo musical, murió en París a los 39 años a causa de la tuberculosis. Tras días en que toda la comunidad artística desfiló ante su cama, y con un testamento que no habría de respetarse en que pedía que su obra fuera quemada, Chopin finalmente se despidió.
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Ocho horas con fiebre, ¡me habría dado tiempo a escribir un libro! – Honoré de Balzac
La salud del autor de La comedia humana empeoró después de su boda con la condesa Hanska, y tras cinco meses de matrimonio, el escritor murió. En su funeral, Víctor Hugo afirmó “A partir de ahora los ojos de los hombres se volverán a mirar los rostros, no de aquellos que han gobernado, sino de aquellos que han pensado”.
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Señor, ayuda a mi pobre alma – Edgar Allan Poe
La muerte de Poe está envuelta en el misterio, pues se desconocen las causas reales de ésta. Cuatro días antes de su muerte, Poe fue encontrado en las calles de Baltimore en un estado delirante y fue conducido al hospital, donde finalmente murió. En ningún momento tuvo la lucidez necesaria para explicar qué fue lo que ocurrió, y las teorías apuntan a un suicidio, el asesinato, cólera, rabia o incluso sífilis.
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¡Póngase sereno y apunte bien! ¡Va usted a matar a un hombre! – Che Guevara
Guevara fue hecho prisionero en Bolivia, después de ser herido de bala en un combate. El líder revolucionario fue recluido en La Higuera, donde sería ejecutado por el agente Félix Rodríguez, agente de la CIA.
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Diles que mi vida fue maravillosa – Ludwig Wittgenstein
Filósofo, matemático, lingüista y lógico nacionalizado británico, Wittgenstein murió a causa del cáncer de próstata que sufría, mismo que rechazó tratarse. La muerte le encontró en la casa de su médico en Cambridge, a quien dirigió sus últimas palabras.
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Beban por mí, beban a mi salud, yo ya no puedo beber más – Picasso
Picasso murió en su casa de Mougins, Francia, cuando él y su esposa Jacqueline tenían visitas el 8 de abril de 1973.
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Vayase, las últimas palabras son para los tontos que no dijeron suficiente – Marx
Tras la muerte de su esposa, Marx enfermó de catarro, el cual se complicó en una bronquitis y pleuritis, que finalmente terminó con su vida en 1883.
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Buenas noches mi gatita – Hemingway
Tras recibir terapias de electroshock para tratar su depresión, Hemingway se enfrentó a dificultades para escribir. Con otros problemas de salud como diabetes, presión arterial alta y sobrepeso, Hemingway intentó suicidarse en dos ocasiones previas a aquella que finalmente terminó con su vida. Las palabras fueron dirigidas por Hemingway a su esposa, momentos antes de terminar con su vida.
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Discúlpeme señor – María Antonieta
La ex reina de Francia caminaba hacia la guillotina cuando su pie tropezó con el del verdugo, a quien le dirigió sus últimas palabras.
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No quiero nada más que la muerte – Jane Austen
La novelista británica, considerada como una de las grandes autores de la novela inglesa murió a causa de la enfermedad de Addison. Sus últimas palabras las dirigió a su hermana, quien le pregunto sí quería algo.
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Ahora me iré a dormir. Buenas noches – Lord Byron
El gran poeta inglés y figura del movimiento romántico viajó a Gracia para participar en la guerra de independencia de dicho país. Sin embargo, cuando preparaba un ataque a las fuerzas otomanas en la fortaleza de Lepanto, enfermó. Debido a un fuerte resfriado, fiebre y sepsis, murió en 1824.
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¿Dónde está mi reloj? – Dalí
Con principios de Parkinson, Dalí se trasladó a Púbol junto con Gala. Sin embargo, tras la muerte de su inspiración en 1982, Dalí perdió la voluntad de vivir y se sometió a una deshidratación continua en aras de alcanzar la animación suspendida. Finalmente, en 1989, Dalí murió debido a un ataque cardíaco mientras sonabasu canción favorita: Tristán e Isolda.
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Llévense estas almohadas, no las necesitaré más – Lewis Carroll
El escritor del clásico de la literatura, Alicia en el País de las Maravillas, murió en 1898, a causa de una neumonía que derivó en influenza. Las palabras las dirigió a su hermana, quien en ese entonces cuidaba de Carroll.
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Sólo tú me has entendido… y lo entendiste mal – Hegel
El filósofo alemán murió a causa de la cólera, después de que una epidemia asolara Berlín, donde era el rector de la Universidad. Se cree que sus últimas palabras las dirigió a uno de sus discípulos, quien se encontraba con él al momento de su muerte.
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Esta es la batalla entre el día y la noche. Veo luz negra – Víctor Hugo
El autor de Los Miserables murió a los 83 años a causa de una neumonía. Antes de su último respiro, pronuncio esta frase.
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LSD, 100 microgramos, intramuscular – Huxley
Incapaz de articular palabra debido a su cáncer de laringe, el autor le realizó una petición escrita a su esposa Laura para que le inyectara una dosis de LSD. Laura le inyectó una segunda dosis horas después, y ese mismo día Huxley murió a los 69 años.
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Espero una salida feliz y espero no volver jamás – Frida Kahlo
Las últimas palabras de la gran artista mexicana quedaron plasmadas en su diario íntimo, del cual puedes leer más aquí.
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El sabor de la muerte está en mis labios… siento algo, que no es de este mundo – Mozart
El prolífico autor de la música clásica murió a los 35 años de edad en Praga. Tras algunos meses de enfermedad grave, Mozart quedó postrado en su cama, sufriendo de hinchazón, dolor y vómito. A la fecha no se ha podido determinar su causa de muerte, pero por los síntomas que quedaron registrado se cree que pudo ser debido a una fiebre reumática, una infección estreptocócica, triquinosis, gripe, una dolencia renal o envenenamiento por mercurio.
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Pagas por cada cosa estúpida que haces en tu vida – Edith Piaf
La célebre cantante francesa murió a los 47 años debido a un cáncer de hígado. Tras múltiples episodios de inconsciencia en sus últimos meses de vida, Piaf pronunció estas palabras en uno de sus episodios más lúcidos.
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No he contado la mitad de lo que he visto – Marco Polo
A los 69 años de edad, y con viajes alrededor del mundo que cautivaron a toda Europa, el gran explorador enfermó, y a pesar de los intentos de los médicos por curarlo, murió.
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Te amo mucho, mi querida castor – Sartre
Después de años de relación de amor libre, poligamia y liberación sexual, Sartre se despidió de su gran amor en sus últimas palabras: Je vous aime beaucoup, mon petite Beaver. Sartre le decía Castor a Simone por el parecido de su apellido con la palabra en inglés para el roedor.
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