Richard Patterson, un profesor de inglés de Nueva Gales del Sur, Australia, ha pasado casi 20 años de su vida investigando el caso de ‘Jack el Destripador’ y la vida del poeta Francis Thompson con el objetivo de demostrar que fue éste el responsable de la muerte de varias mujeres en el Londres de 1888. Los ataques que se le atribuyen involucraban a prostitutas de barrios pobres y tenía un modus operandi distintivo consistente en estrangulación, degollamiento y mutilación abdominal.
El profesor asegura tener pruebas contundentes que demuestran que Thompson fue el asesino en serie más sediento de sangre de la historia de Londres, informa ‘Express’.
El poeta Thompson, de Preston, Lancashire, no solo escribió sobre asesinatos, sino que también poseía experiencia quirúrgica, afirma el profesor. Patterson, se convenció de que Thompson era el asesino cuando en 1997 leyó un libro de su poesía y luego descubrió que el acusado también se había formado como médico. Tras viajar por el mundo en busca de pistas sobre la identidad del legendario asesino, el profesor concluye que la evidencia que implica a Thompson es más sólida que la de todos los sospechosos anteriores.
«Thompson mantuvo un cuchillo de disección escondido en su abrigo, y se le enseñaron procedimientos quirúrgicos raros que se encontraron en las mutilaciones de más de una de las víctimas de ‘Jack el Destripador'», señala Patterson. Según él, «poco antes y poco después de los asesinatos, escribió en sus libros acerca de matar a prostitutas con cuchillos». El profesor espera que su investigación pueda ayudar a descubrir y prevenir delitos de la misma naturaleza.
Thompson, originario de Lancashire, se trasladó a Londres en 1885 con la esperanza de convertirse en un escritor de éxito. Adicto al opio, el joven poeta vivió en la ciudad hasta que se cree que una prostituta local le ofreció un lugar para quedarse. Su amistad se fue convirtiendo rápidamente en lo que fue la única relación amorosa de Thompson. El profesor cree que el poeta, mentalmente inestable, se vino abajo después de que ella lo dejara, lo que le habría llevado a volcar su ira contra otras trabajadoras sexuales de la zona.