Luego de que el reconocido caricaturista colombiano, Julio César González, mejor conocido como Matador, anunciara su decisión de no publicar sus trabajos en redes sociales por las amenazas de muerte recibidas por parte de miembros de partidos de derecha, el rechazo de la comunidad colombiana en general no se ha hecho esperar.
“Amigos, ante las amenazas de muerte de algunos seguidores del uribismo y del Centro Democrático, he decidido no volver a publicar nada en mis redes sociales”, escribió Matador, y añadió: “Si quieren venir por mí, no tengo escoltas ni nada…tengo un lápiz y mi cerebro. A la gente que me sigue, un abrazote”, resaltó.
Ante la denuncia, el Fiscal General de Colombia, Néstor Humberto Martínez, quien dijo se comunica directamente con el caricaturista del Diario El Tiempo, aseguró que el caso está dentro de «las prioridades», pues es trabajo de la institución «investigar todas las formas de delito». Indicó también que las investigaciones en torno al caso están adelantadas y advirtió que estas intimidaciones constituyen un ataque contra el ejercicio del periodismo y la libertad de expresión.
“Nosotros tenemos que rechazar de manera categórica estos hechos porque son amenazas a la expresión periodística y a la manifestación de la caricatura y en esa materia debemos ser implacables como una sociedad democrática”, agregó
Según el caricaturista, las amenazas fueron de algunos seguidores del partido político Centro Democrático, específicamente de Ariel Ortega Martínez, quien fue expulsado del partido, al considerar sus declaraciones, una falta grave que atenta contra la dignidad y la seguridad del dibujante, y afectan el buen nombre del partido.
Posteriormente, Ariel Ortega, el presunto responsable de las amenazas ha expresado arrepentimiento por lo dicho y aboga por extender un puente que le permita llegar al caricaturista y resarcir el daño moral ocasionado. «Estoy arrepentido, pido perdón, pue lo que le dije lo hice sin pensarlo», expresó.
Crítica
El pasado 24 de marzo, Matador publicó en El Tiempo una caricatura titulada “Duque reflexiona”, en clara referencia al candidato del uribismo, Iván Duque, por la que un ciudadano solicitó un recurso judicial contra el dibujante, que fue negado por una jueza.
No obstante, el candidato Duque quien, según algunos medios, lidera la intensión de votos en las próximas elecciones presidenciales de Colombia, rechazó las amenazas contra Matador y aseguró que las mismas afectan la libertad de prensa y la democracia, e hizo un llamado a la tolerancia.
De igual modo, el expresidente Álvaro Uribe publicó un comunicado rechazando “la violencia en cualquiera de sus expresiones”, y deplorando la intimidación a través de las plataformas digitales. También precisó que su partido “discute, controvierte, enfrenta la difamación, pero odia la amenaza, la violencia”.
También el candidato presidencial de Colombia Humana, Gustavo Petro, dirigió un tuit a Matador, en el que señala que “la mentalidad fascista, que es aquella que busca eliminar la diferencia, gana cuando logra el silencio. No debe haber silencio”.
Lo más claro en este caso es que el calor de una campaña política revela lo peor de los corazones de quienes participan como candidatos o seguidores, y en sus ansias de hacerse con el poder en una nación olvidan lo fundamental de los derechos humanos y van contra quienes asumen sus enemigos aunque sean hermanos de la misma tierra.