La Iglesia Católica no perdona. El cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, España, declarará en julio próximo como investigado por acusar al cura Miguel Àngel Barco de una presunta paternidad, que lo alejó del ejercicio religioso desde hace dos años.
Desde finales del año 2017 Barco es señalado de abandonar el celibato, lo que llevó a Barco a la “concepción y posterior nacimiento de prole”, según una carta de la Congregación para el Clero, un organismo de la Santa Sede.
Barco, en su defensa, niega rotundamente los hechos, asegurando que solo asesoró a la mujer, madre soltera, y que eso generó suspicacias en los familiares.
Desde 2006 a la fecha, la decisión del Clero le ha provocado perjuicios económicos dejándolo sin percibir su sueldo de la Iglesia, además de los daños morales.
Su posición es vista desde la Iglesia Católica como un acto de rebeldía, pues no admite tales acusaciones sobre su persona y se niega a cumplir con los mandatos de la Santa Sede.
Inconsistencias en el caso
Las acusaciones en contra de Barco son ambiguas y el cura argumenta que ha demandado una copia del texto entregado a la Congregación para el Clero, las cuales le fueron negadas por Omella.
Según explica, Juan José Omella, además de contar con tres testigos dudosos, “no envió a Roma el escrito de defensa”, por lo que declarará por un delito de falsedad en documento privado.
“Ocultó los documentos a sabiendas y con temerario desprecio a la verdad”, señala la querella, cuya veracidad deberá examinar la juez de instrucción número 10 de Barcelona, quien ha admitido a trámite del religioso.
Barco dice poseer dos documentos que demuestran que él no es el padre, lo que coloca a Omella como “el autor de las falsas acusaciones”.
Otro punto a favor de Barco es que la Congregación para el Clero solo investiga a instancias del obispo de turno. De hecho, señala que ni la diócesis de Alcalá ni el arzobispado de Zaragoza promovieron cargos contra él.
Factores de poder
Juan José Omella (Teruel, 1946) está considerado uno de los hombres de Francisco en España: comprometido con la lucha contra los abusos en la iglesia y contra la pobreza. Su carrera ha ido en ascenso de la mano del actual pontífice.
El religioso, según El País, ha acaparado cargos relevantes en los últimos años: miembro de la Congregación para los Obispos, órgano clave en el nombramiento de prelados (2014), arzobispo de Barcelona (2015) y el máximo honor, cardenal (2017). Ese mismo año sumó también la condición de miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, un órgano con sede en El Vaticano que se encarga de la administración de justicia dentro de la iglesia católica.
Una de las dudas sobre la investigación judicial de Barcelona es si el Vaticano responderá positivamente a la comisión rogatoria solicitada por la juez.
La purga
En marzo de este año, el tribunal eclesiástico de la diócesis de Vic (Barcelona) decidió suspender de manera preventiva del ejercicio público del ministerio a 17 sacerdotes y diáconos investigados por prácticas esotéricas y practicar sexo saltándose el celibato. Los investigados formaban parte de la Asociación Seminario del Pueblo de Dios (SPD), que fue suspendida en 2017 por una supuesta doctrina «incompatible con la católica».
La medida afecta a clérigos de las diócesis de Barcelona, Tarragona, Lleida, Urgell y Vic y cada diócesis lo está aplicando de acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede.