El sitio Brain Pickings publica un extracto del libro The Open Road: The Global Journey of the Fourteenth Dalai Lama del escritor Pico Iyer, en el que se describe la vida cotidiana del Dalai Lama. Como sabemos, el líder del budismo tibetano se ha distinguido por participar en el mundo occidental, y ser parte casi de la cultura pop. Podemos ver esto en su rutina también. Iyer cuenta:
A las 9am, el Dalai Lama ya lleva más de 5 horas despierto, despertándose como siempre hace a las 3:30am, para pasar las primeras 4 horas del día meditando sobre la raíz de la compasión y qué puede hacer por su pueblo, los “hermanos y hermanas de China” que mantienen como rehenes a su pueblo, el resto del mundo, al mismo tiempo que preparándose para su propia muerte.
Iyer probablemente no es el cronista más objetivo, al haber seguido al Dalai Lama desde su adolescencia y considerarlo su gran maestro, aunque no hay duda que lo conoce bien y tiene acceso a esta fascinante y compleja personalidad. Su rutina matutina es descrita como “la participación alegre en los sufrimientos del mundo” y “explorar el mundo de manera cercana, para descifrar sus leyes, y luego ver qué se puede y qué no se puede hacer con sus leyes”. El otro aspecto de la rutina del Dalai Lama, que tal vez podría sorprender a unos aunque es de esperarse siendo también un político, es su dieta informativa diaria:
Como un estudiante añejo de la realidad, gobernante de su pueblo desde los 5 años, escucha todas las mañanas Voice of America, la transmisión de la BBC del Este de Asia, el BBC World Service –incluso mientras medita– y devoraTIME y Newsweek y muchas otras fuentes de noticias. (Pienso en cómo el Buda suele ser representado con una mano tocando la tierra, en lo que los budistas llaman la postura de “testigo de la tierra”).
Al parecer el Dalai Lama consume mucho mainstream media. Algunas personas lo han criticado por modernizarse y poner en riesgo la tradición de las prácticas y los conocimientos esotéricos del Tíbet. Es difícil saber del todo qué tanto se podría haber evitado esto por parte de los tibetanos y qué tanto les fue impuesto por la política china. Lo cierto es que él mismo ha dicho que es probable que sea el último en su línea de sucesión.