Lavado de dinero en el Vaticano: funcionarios compran castillos y malversan millones de dólares

Nuevo escándalo en la Iglesia Católica

Lavado de dinero en el Vaticano: funcionarios compran castillos y malversan millones de dólares

Autor: Leonardo Buitrago

La Santa Sede de la Iglesia Católica investiga una serie de operaciones financieras vinculadas a la compraventa de inmuebles y por la que cinco empleados fueron suspendidos


El Vaticano no se libra de los escándalos financieros. Esta semana trascendió que cinco empleados de altas instituciones de la Santa Sede fueron suspendidos de sus cargos por haber participado presuntamente en millonarias operaciones financieras irregulares.

Por primera vez en la historia reciente de la Iglesia, el martes pasado la gendarmería del Vaticano allanó las oficinas de la Secretaría de Estado, el corazón administrativo, para requisar documentos, computadoras y electrónicos.

Este operativo se hizo siguiendo las órdenes del promotor de justicia (fiscal general) Gian Piero Milano, quien recibió una serie de denuncias a principios de verano, presentadas por el Instituto para las Obras de Religión (IOR) que es considerado el banco del Vaticano y la Oficina del Revisor General, que se encarga de auditar la administración .

Los cinco funcionarios suspendidos./ Foto: L'Espresso

La revista l’Espresso reveló la identidad de los cinco altos cargos suspendidos. Se trata de dos dirigentes muy importantes de las oficinas de la Secretaría, Vincenzo Mauriello y Fabrizio Tirabassi; de una funcionaria de la administración, Caterina Sansone; y de dos figuras de gran relieve del Vaticano: el director de la Autoridad de Investigación Financiera (AIF), Tommaso Di Ruzza, y monseñor Mauro Carlino, quien hace pocas semanas fue nombrado jefe de la Oficina de información y documentación de la Secretaría de Estado.

Carlino fue durante años el secretario personal del cardenal Angelo Becciu, uno de los hombres más influyentes en la Curia vaticana, y al cual el papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio) tiene en gran estima.

El medio publicó el fácsimil de la carta -con foto y todo de los implicados- con el cual el máximo jefe de la Gendarmería del Vaticano, el general Domenico Giani, comunicó a todo el personal interno y a los guardias suizos, que controlan los accesos a la ciudad del Vaticano, que estas cinco personas habían sido preventivamente suspendidas de sus cargos.

Giani especificó que «podrán acceder al Estado exclusivamente para ir a la Dirección de Salud e Higiene para los servicios relativos o con autorización de la magistratura vaticana».

Mientras que el obispo Mauro Carlino, puede seguir viviendo en la misma residencia que el papa Francisco.

Las investigaciones buscan determinar cómo se realizaron compraventas de inmuebles en Londres con dinero del Vaticano. Foto: Web

Compra de millonarios inmuebles

Emiliano Fittipaldi, periodista de la revista italiana y autor de «Avaricia» y de «Lujuria«, dos libros que denunciaron los escándalos financieros y de abusos sexuales en la Iglesia Católica, reveló  que los cinco funcionarios son investigados por supuestamente haber participado en operaciones financieras millonarias irregulares, entre ellas compraventas de inmuebles en el extranjero, particularmente en Londres, con la participación de empresas británicas. 

Irónicamente, estos trabajadores tenían como principal misión controlar las eventuales irregularidades que podían cometer en los organismos adscritos al Vaticano, a través de la vigilancia de Secretaría de Estado Vaticano, que lidera el “primer ministro” del Papa, el cardenal Pietro Parolin.

Según reseñan los medios, dos costosos “palacios”, como llaman los italianos a los grandes edificios, fueron comprados por el quinteto de funcionarios de la Secretaría de Estado vaticano y de la Agencia Informativa Financiera, encargada de combatir los blanqueos de capitales.

El dinero, por supuesto, provenía de los fondos vaticanos y de la Santa Sede, con administraciones separadas, que son puestos ‘en movimiento’ para que den ganancias a través del Instituto para Obras de Religión (IOR) y APSA, la administración para la Sede Apostólica, que cuenta con un patrimonio de cinco mil departamentos en Roma y muchos inmuebles repartidos en esa ciudad y en el extranjero”, reportó El Clarín.

El grupo, más los cómplices que se irán conociendo cuando avance el proceso judicial, se involucraron al parecer en dos aventuras financieras que terminaron mal.

Según el diario italiano Corriere della Sera, uno de los palacios se encuentra en Sloane Square, en el corazón de la zona más exclusiva de Londres. La inversión que comprometió al Vaticano fue de 200 millones de euros (220 millones de dólares).

El otro edificio de lujo está situado en High Street Kensington y fue comprado por la sociedad British Grolux Limited en 100 millones de euros (110 millones de dólares), según indicó el diario Il Fatto Quotidiano.

En ambos casos el valor comercial de las propiedades bajó luego de que pasara “boom” de los precios y los funcionarios  trataron obtener dinero del banco del Vaticano (IOR) para bombear liquidez y recuperar el capital perdido por el fracaso de la aventura financiera.

Estas anormalidades provocaron que actores influyentes de la Santa Sede intentaran arreglar el entuerto que se perfilaba como un desastre financiero y un escándalo mayúsculo cuando se supiera que el dinero se obtuvo con ilegales maniobras para utilizarla en provecho propio.

El IOR denunció en junio lo que estaba ocurriendo al papa Francisco y se puso en marcha la investigación que culminó con los allanamientos.

También se están investigando irregularidades en el manejo de las donaciones que hacen los fieles a la iglesia. Imagen: The Daily Beast.

Robo de donaciones

Según los medios, los investigadores analizan los movimientos financieros de las cuentas con las que se manejan las donaciones de los fieles a la iglesia.

 L’Espresso indicó que investigan “algunos flujos financieros de las cuentas por las que transita el Obolo de San Pedro”, que reúne las ofertas de beneficencia que los fieles de todo el mundo le hacen al Papa, y que luego, en teoría, son utilizadas en obras de caridad a los más débiles y necesitados”.

En su artículo, el periodista Emiliano Fittipaldi recordó que en una investigación de 2015 descubrió que en lugar de ser utilizada para atender a los más favorecidos, ese dinero terminaba en cuentas e inversiones que ese año alcanzaron la suma récord de casi 400 millones de euros.

«Cada cuenta o movimiento de dinero ahora ha sido puesto debajo de rayos X, para ver si algunas irregularidades ocultan algo más grave», indicó.

El papa Francisco ordenó una investigación exhaustiva sobre la trama de corrupción. Foto: La Nación.

Reacción del papa Francisco

Según el diario La Nación, fuentes del Vaticano pertenecientes al entorno del Papa indicaron desde el comienzo de su pontificado en 2013, Francisco se planteó como objetivo hacer limpieza en las cuestionadas finanzas del pequeño Estado y que no titubeó a la hora de darle luz verde a esta investigación de corrupción.

“Bergoglio ordenó una investigación puntual y rigurosísima, sin concesiones«, señaló el periodista Fittipaldi, argumentando que el sumo sacerdote “teme que los viejos vicios de parte de la curia y de laicos infieles puedan causar otra vez un terremoto en su difícil pontificado».

Después de que la policía vaticana allanara el Palacio Apostólico, el Papa designó a Giuseppe Pignatone, un destacado fiscal antimafia italiano para presidir el tribunal criminal de la Santa Sede.

El Vaticano se defendió y señaló que el escándalo financiero muestra que los procesos para frenar la corrupción «funcionan». Foto: Web.

¿Qué dice el Vaticano?

Frente al nuevo escándalo, la Oficina de Prensa de la Santa Sede indicó que lo que sucedió atestigua concretamente que los procesos iniciados por el papa Benedicto XVI, y llevados a cabo por su sucesor para frenar la corrupción, funcionan.

“Es un testimonio de que se están aplicando las nuevas leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano y de que los órganos de control y revisión, así como los propios órganos controlados pueden informar al poder judicial de cualquier anomalía pidiendo claridad”, planteó el Vaticano en un comunicado.

“El doloroso procedimiento anunciado en estos días no es, por lo tanto, un síntoma del fracaso de un sistema. Al contrario, muestra que el sistema ha desarrollado los anticuerpos para reaccionar y que el camino de las reformas de los organismos económico-financieros está bien dirigido”, subrayó.

No obstante, la Santa Sede destacó que las personas investigadas tienen derecho a ser respetadas por su dignidad.

Pese a esta defensa, es claro que el escándalo financiero será usado por los opositores del papa Francisco como una nueva arma de ataque.

«El ala bergogliana se prepara para volver a proponer la tesis de un Francisco decidido a hacer limpieza; la adversaria a acusarlo de falta de capacidad de gobernar y tomar decisiones en nombre de la competencia y la honestidad», planteó en un análisis Massimo Franco, columnista del Corriere della Sera.

Corrupción en la Iglesia

En los últimos 10 años el Vaticano ha intentado reformar sus finanzas, sumándose a las normas internacionales contra el lavado de dinero y reformando su banco, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), tras  varios años de acusaciones de que esa institución funcionaba como un paraíso fiscal.

En los últimos 10 años el Vaticano ha intentado reformar sus finanzas tras las acusaciones de que funciona como un paraíso fiscal . Imagen web

Por tal motivo, creó de la Autoridad de Información Financiera (AIF)- que fue allanada esta semana- para que actuara como un monitor financiero interno y trabajara con los encargados de inteligencia financiera de otros países para compartir información sobre transacciones sospechosas.

El escándalo mobiliario que sacude al Vaticano se suma al del juicio que comenzó el año pasado y sigue en curso después de que el expresidente del IOR, Angelo Caloia, fue acusado de malversar 68 millones de dólares en ventas de bienes raíces junto a su abogado.

Los fiscales del Vaticano han sido criticados por los evaluadores del Consejo de Europa por incurrir en demoras innecesarias en sus investigaciones y procesamientos de las transacciones sospechosas que deben estudiar, por lo que a principios del 2020 el organismo europeo evaluará los avances conseguidos por el Vaticano.

Los medios advierten que una bomba de tiempo estallará cuando los funcionarios investigados expliquen cómo se generó la trama de corrupción y cuáles altos funcionarios del Vaticano tienen sus manos metidas en estos manejos oscuras.

Sin duda alguna, la Iglesia Católica enfrenta una de sus peores crisis, debido a los numerosos casos de agresiones y abusos sexuales perpetrados por sus sacerdotes, a lo que se suman actos de malversación de fondos.

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