El papa Francisco reiteró hoy su elogio a la mujer paraguaya, que se sacrificó en la Gran Guerra (1864-1870) y de quién aseguró, es «la más gloriosa de América», durante su primer discurso en Paraguay, realizado en el palacio presidencial ante el jefe de Estado, Horacio Cartes, y otras autoridades.
Francisco no olvidó a «los miles de paraguayos sencillos, cuyos nombres no aparecerán escritos en los libros de historia, pero que han sido y seguirán siendo verdaderos protagonistas de la vida de su pueblo».
El papa reconoció, «con emoción y admiración«, el papel desempeñado por la mujer paraguaya «en esos momentos dramáticos de la historia».
«Sobre sus hombros de madres, esposas y viudas, han llevado el peso más grande, han sabido sacar adelante a sus familias y a su país, infundiendo en las nuevas generaciones la esperanza en un mañana mejor«, agregó Francisco.
El papa ya había valorado en otra ocasión la valentía de las mujeres de este país tras la Gran Guerra o la llamada Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870).
«Bendigo a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América«, expresó el pontífice.
Además de considerarlas «heroicas», Francisco contó cómo «después de la guerra quedaban ocho mujeres por hombre y ellas tomaron la decisión de tener hijos para salvar la Patria, la lengua, la cultura y la fe«.
«Yo desearía que algún día el Comité del Premio Nobel le otorgara el Premio Nobel a la mujer paraguaya por haber salvado la cultura, la Patria«, propuso el papa, en declaraciones durante una reunión, publicadas por Radio Vaticano.