Ha pasado ya una semana desde la muerte de la joven Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar bien puesto su velo islámico, y las protestas no han parado en el país persa.
Desde tendencias activistas en redes como cortar sus cabellos, hasta la quema de sus Hiyab, las mujeres y hombres de Irán no han bajado los brazos, respondiendo contra la justicia patriarcal y asesina de su país.
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Producto de los levantamientos sociales, la represión del estado es cada vez peor. Ante la ausencia de responsabilidades reales del gobierno respecto al tema, el medio estatal IRIB hasta el momento ha contabilizado la cantidad de muertes en medio de las manifestaciones, cifra que alcanzaría al menos las 41 personas que perdieron la vida.
Sin embargo, Esta información podrían ser mucho más alta, ya que las autoridades iranies no han compartido datos e las cifras reales de las manifestaciones en contra del régimen iraní.
Mientras más personas mueren en manos de la represión policial, el Gobierno organizo el pasado domingo nuevas marchas en apoyo del régimen, en una repetición de lo que ya hiciera el viernes, cuando miles de iraníes marcharon en defensa del velo islámico y en oposición a las protestas por la muerte de la joven de 22 años.