Las cenizas de Cromañón: A 20 años de la mayor tragedia del rock argentino

Se cumplen 20 años de una de las tragedias más impactantes en la historia de los conciertos en la ciudad de Buenos Aires, y una de las mayores catástrofes no naturales en Argentina. Durante un recital de la banda de rock Callejeros en el boliche República Cromañón, ubicado en el barrio de Once, un incendio desató el horror. El resultado fue devastador: 194 víctimas fatales y más de 1.400 heridos.

Las cenizas de Cromañón: A 20 años de la mayor tragedia del rock argentino

Autor: Etiam Henríquez

El 30 de diciembre de 2004 marcó una de las mayores tragedias en las historias de Argentina y del mundo de los conciertos. El incendio en el boliche República de Cromañón, donde la banda Callejeros cerraba el año en su tercera presentación consecutiva —tras haber tocado los días 28 y 29— para promocionar su disco Rocanroles Sin Destino, conmocionó a la ciudad de Buenos Aires y, con el paso de las horas, el impacto del desastre se extendió mucho más allá.

La noche, que reunió a casi 4.000 asistentes en un reciento diseñado para albergar menos de 2.000, fue el resultado de una combinación fatal de irregularidades, negligencias, corrupción y descuidos. Esta tragedia, además, marcó un antes y después en la cultura del rock argentino.

Las llamas que consumieron al boliche República Cromañón, ubicado en Balvanera, ocurrió poco empezado el recital de los Callejeros, el saldo que se produjo tras el disparo de una bengala por parte de un fan, dejó 194 muertos y 1.500 heridos.

La noche del 30 de diciembre de 2004 en Cromañón…

Tras que la banda argentina Callejeros, cerrará el año con una serie de tres recitales consecutivos. Aquella noche del jueves 30 de diciembre a las 22:50 horas, mientras Callejeros interpretaba la primera canción del recital, la tragedia comenzó a gestarse. Una bengala que emitía luces de colores a más de diez metros de altura encendió la media sombra que recubría el techo del recinto. Según el medio trasandino, Clarín, los sobrevivientes describieron la escena como «un gigantesco cuadrado prendido de fuego que cayó del techo».

Las investigaciones posteriores revelaron que detrás de esa media sombra se encontraba un panel acústico compuesto por un material similar a la goma de espuma. Este material utilizado para aislar el sonido, contenía ácido cianhídrico, sustancia sumamente tóxica que causó la mayoría de las muertes por asfixia.

Cromañón tenía capacidad para unas 1.031 personas, pero esa noche el aforo superó los límites que permitía el establecimiento, en la que se supo después que se habían vendido unas 3.500 entradas, y que confirmó que hubo al menos 4.500 personas dentro del local.

Al comenzar el incendio, producto del disparó de una bengala hacía el techo de goma del establecimiento, Omar Chabán parte de la producción del evento, cortó el sonido y a los pocos segundos se cortó la luz, dejando a la gente en total oscuridad. La pequeña luz verde que señalaba la «salida», que daba hacía un portón, se encontraba extrañamente cerrado con un candado por el lado de afuera. Todos lo que se encontraron con la sorpresa de la «falsa salida» se vieron atrapados y apilados unos encimas de otros, convirtiéndose en una trampa mortal en medio del pánico y la desesperación de los presentes. Junto a esto, otra de las graves negligencias fue que de los 15 extintores, sólo cuatro funcionaban.

Las víctimas olvidadas

En los años que le siguieron a la tragedia, 17 sobrevivientes de Cromañón se quitaron la vida, un dígito triste que dejó al descubierto el abandono y la falta de apoyo a quienes, aunque si bien lograron escapar de las llamas, no pudieron escapar del trauma. Esto según los datos de la Coordinadora Memoria y Justicia por Cromañón.

Además, tras conocerse la cifra oficial de 193 fallecidos, una persona murió pero solo que seis meses después de la tragedia. Gerardo Rossi, empleado de seguridad, quien cumplía 36 años justo la noche del fatídico jueves, se encontraba trabajando en la seguridad del recital y junto a él se encontraba su hija para acompañarlo.

Comenzado el incendio, y siendo él uno de los pocos que conocía bien el recinto, entró y salió varias veces para rescatar a personas atrapadas. Sin embargo, el haber inhalado tantas veces los gases tóxicos que cubrían el lugar, produjo que padeciera problemas respiratorios que lo llevaron a ser internado en distintos hospitales, hasta fallecer seis meses más tarde. Su hija Natalia de18 años, sobrevivió a la tragedia.

¿Qué pasó con Callejeros?

En 2009, el Tribunal Oral en lo Criminal N°24 absolvió a los siete integrantes de Callejeros. No obstante, en 2011, la Cámara de Casación de Buenos Aires revirtió el fallo y condenó a todos los miembros de la banda como partícipes necesarios del delito de «incendio culposo seguido de muerte en concurso real con cohecho activo».

El 17 de octubre de ese mismo año, Patricio Fontanet recibió una sentencia de siete años de prisión, y la Cámara dispuso el cumplimiento inmediato de la pena para todos los condenados.

Poco después, el líder de la banda fue internado en una clínica psiquiátrica en Córdoba. En junio de 2013, fue trasladado al penal de Ezeiza. Finalmente, el 2 de mayo de 2018, el Juzgado de Ejecución Penal le concedió la libertad condicional, convirtiéndose en el último de los músicos condenados en abandonar la prisión.

Maximiliano Djerfy fue el primero en obtener su libertad, saliendo en marzo de 2017 gracias al beneficio de la prisión domiciliaria. En el mismo mes, Juan Alberto Carbone también consiguió prisión domiciliaria, aunque con autorización para salidas permitidas. Elio Delgado obtuvo la libertad condicional en junio de 2017, tras cumplir la mitad de su condena, mientras que Christian Torrejón logró el mismo beneficio un mes después, en julio de 2017.

Funcionarios del gobierno de la Municipalidad implicados en la tragedia…

Durante el operativo de socorro en la que hubo 46 ambulancias que fueron las encargadas de trasladar a las víctimas hacia los hospitales públicos, como fueron El Clínicas, El Fernández, El Ramos Mejía y el Instituto del Quemado, más 11 clínicas privadas. Las personas contratadas por los organizadores para brindar primeros auxilios no contaban con la preparación requerida, ya que no fueron contratados profesionales para disminuir costos.

Tres exintegrantes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fueron condenados por omisión de deberes de funcionarios público en concurso ideal con incendio culposo seguido de muerte. Fabiana Fiszbin, exsubsecretaria de Control Comunal, y Gustavo Torres, exdirector general de Fiscalización y Control, recibieron penas de cuatro años de prisión cada uno. Por su parte, Ana María Fernández, exdirectora general adjunta de la misma dirección, fue sentenciada a tres años y seis meses de prisión.

Asimismo, el exsubcomisario Carlos Díaz fue condenado a ocho años de prisión e inhabilitación especial por los delitos de incendio culposo seguida de muerte y cohecho.


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