El año 2014 ha sido aterrador para los menores de edad en las regiones asoladas por la violencia, a nivel mundial se estima que 230 millones de niños viven en países y zonas afectadas por conflictos armados. Los niños que se encuentran en los enfrentamientos bélicos han sido expuestos a la violencia extrema y sus consecuencias, reclutados a la fuerza y deliberadamente atacados por grupos beligerantes, señaló la UNICEF ayer.
“Este ha sido un año devastador para millones de niños”, dijo Anthony Lake, Director Ejecutivo de la UNICEF. “Los niños han quedado huérfanos […] han sido asesinados, secuestrados, torturados, reclutados, violados e incluso vendidos como esclavos. Nunca en la historia reciente esta cantidad de niños ha sido sometido a tanta brutalidad indescriptible”.
En la República Centroafricana aproximadamente 10,000 niños se encuentran reclutados a la fuerza y más de 430 fueron asesinados durante el conflicto. En Gaza unos 54,000 mil niños quedaron sin hogar tras la guerra que terminó en agosto, el bombardeo dejó más de 3,000 niños heridos y 538 fallecidos en solo 50 días. En Sudán del Sur se estima que los grupos armados reclutaron a 12,000 niños soldados este año.
La guerra en Siria afecta a 7 millones de menores de edad, en los primeros meses de este año al menos 35 colegios sirios fueron atacados por grupos militantes.
Sin embargo, hay varias situaciones graves que ya no llaman la atención del mundo. Con la cantidad de emergencias que ha vivido el mundo este año, muchos de los conflictos rápidamente fueron olvidados en los medios de comunicación. Las crisis prolongadas en países como Afganistán, la República Democrática del Congo, Pakistán, Somalia y Yemen siguen reclamando vidas y oportunidades de niños.
“Es tristemente irónico que en el aniversario Nº 25 de la Convención sobre los Derechos del Niño, hemos podido celebrar tanto progreso para los niños a nivel mundial, mientras los derechos de los otros millones de niños han sido violados de manera tan brutal”, señaló Anthony Lake. “La violencia y la experiencia traumática no hacen más que perjudicar a los niños de forma individual – derrocando la fortaleza de las sociedades.”
Sandra Segall
El Ciudadano