«Nuestro primer encuentro por la Constituyente Social es resultado de un caminar diverso, en una primera instancia nos vimos encantados de marcar nuestro voto con la consigna A.C, una forma de presión colectiva al Poder Constituido a fin de que esto, al observar en sus propias papeletas de la “delegación o representación” nuestra urgente necesidad: Una Asamblea Constituyente», señala Sergio Chamorro, miembro y vocero del Encuentro Constituyente Social, a lo que agrega «A pasar el tiempo observamos que dicha instancia de marcar el voto fue tironeada por un “grupo cupular” de la misma Nueva Mayoría que nos llevó a distanciarnos y retomar ese caminar popular y ciudadano».
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Debido a esto es que se quiere dar continuidad al proceso iniciado por un grupo de organizaciones, quienes sienten la urgente necesidad de liberarnos de una Constitución impuesta en 1980, donde radican los abusos, una democracia protegida por dos bloques políticos que llevan años sentados en el viejo poder constituido, ganando millones y millones de pesos a costa del esfuerzo de trabajadores y trabajadoras. Por otra parte se encuentra el sistema de pensiones AFP, la lucha extensa de los vecinos y vecinas sin casa y estafados por la banca privada, la falta de camillas, medicamentos y especialistas en la Salud pública para querer privatizarla más y más, la larga lucha de los estudiantes para poner fin al lucro en la educación.
En el Primer Encuentro por la Constituyente Social que se realizó en Concepción se expuso la necesidad de redactar, proponer los principios o pilares de lo que será la Primera Ley Popular para convocarnos a una Asamblea Social y Constituyente. En dicha asamblea hemos acordado avanzar juntando las fuerzas regionales, lo que nos ha permitido durante este periodo concretar reuniones en Parral, Chillán y agendar encuentros en Ancud. La Ley Popular tiene la intención de definir la metodología, la forma y el fondo, el tiempo de duración, quienes la componen, como se integra, es decir que desde abajo junto a las organizaciones sociales y los no organizados también defiendan el tipo de Asamblea Constituyente requerida. «Esta noble y ardua tarea nos propone a la ciudadanía retomar un derecho que se nos despojó por la historia Republicana, todos y todas nos convertimos en Legisladores Populares, construimos un marco legal, principios o el espíritu de una Ley para convocar a una A.C, sin esperar del viejo Congreso un marco legal», dice Chamorro.
«En cada territorio se replicó el Primer Encuentro de Concepción. Ahora en éste Segundo Encuentro hemos tomado la tarea de construir un decálogo que establece el para qué, cómo y qué hacer de los “Comités Constituyentes Sociales” que dará fuerza a los territorios de forma autónoma resolverán sus formas de organización, así también nos proponemos a desarrollar los módulos de la Primera Escuela Itinerante Constituyente que tiene como objetivo construir colectivamente discursos de los “Monitores Constituyentes” que recorrerán casa a casa, feria a feria y de organización en organización», afirma Sergio Chamorro.
La idea es ejercer de forma directa la Soberanía Popular, esto se traduce a revolucionar la lógica de representación o delegación, proponiendo el mecanismo de “Mandato Constituyente”. Desde el territorio de forma autónoma y con las demandas sociales se debate el tipo de Estado, la salud, educación, vivienda, trabajo, todo un conjunto de derechos sociales que se exteriorizan en un “Contrato Social”, dicho Contrato es entregado a un Mandatado a fin de que pueda participar de una instancia mayor de deliberación, así se traspasa la información del territorio a un comunal, de un comunal al regional y del regional a un Macrozonal que reunirá al Norte Grande, Norte Chico, Zona Centro, Zona Centro Sur y Zona Sur. En el caso que el Mandatado resuelva contrario a lo que señaló el “Contrato Social” existe el derecho a revocación.
La edad para participar de estos debates territoriales es desde los 15 años, es decir, cambia la calidad de ciudadanos a dicha edad, ya que tenemos un Estado que persigue penalmente a menores de edad pero éstos están imposibilitados de pensar el Chile que se requiere. En las reuniones se ha definido la necesidad de impulsar un Proceso Constituyente, «hemos señalado que dicho Proceso depende de las organizaciones que nos vamos auto-convocando en los territorios, de allí la importancia de crear los Comités Constituyentes Sociales, reconociéndonos en acciones colectivas, en la fraternidad de reunirnos en la diversidad. «Tenemos también el desafío de preparar la “Agenda de Luchas Constituyentes” tenemos claridad que “la lucha da, lo que la ley nos niega”, éste Proceso Constituyente que impulsamos dará creativamente acciones de deliberación, y por último tenemos la noble tarea de redactar por primera vez en la historia de nuestros Pueblos la Ley Popular y Ciudadana para convocar a una Asamblea Constituyente», comenta Chamorro.
El actual Gobierno dentro de su programa propone una Nueva Constitución bajo tres vías: Institucional, Democrático y Participativo. «Es por ello que hemos visto los llamados a Mesas Sociales o diálogos para la descentralización. Sin embargo dichas mesas de participación no son vinculantes, son solo consultivas, así lo dicen dirigentes vecinales o sociales que al participar de éstas instancias muchos de ellos han demandado la necesidad de una Asamblea Constituyente porque esperan que la voz de los territorios tenga fuerza vinculante», dice Chamorro, agregando que «tenemos claridad que por más solicitudes al actual Gobierno no serán capaces de abrir un Proceso Constituyente. Sólo será posible si logramos la unidad y convergencia de nuestros Pueblos en hacer nacer un Bloque Histórico Constituyente, en eso caminamos, eso proponemos y estamos dispuestos a cumplir nuestro cometido».
Existen visiones positivas ya que la Ley, la Escuela y los Comités son espacios para desarrollar acciones y propuestas que recogen hasta la última intervención de los vecinos. El Segundo Encuentro no es resolutivo, ya que todo lo conversado se propone en un Acta que luego recorre los territorios siendo éstos últimos los que resuelven sobre el Proceso. «Existen miradas negativas, pensamos en un largo Proceso y muchos quieren acelerarlo, queremos verlo y hacerlo real, es decir chocamos con los tiempos, las distancias, la carencia de recursos económicos, de espacios físicos, a su vez existe temores colectivos en redactar una Ley, ya que es la primera vez que queremos pasar de luchadores sociales a legisladores populares, para eso chocamos en las metodologías pues estamos aprendiendo hacerlo, ninguno es experto en ello», comenta Chamorro.